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Marc Anthony entre la paternidad y el romance

Lo cierto es que desde entonces su amor por la música lo ha llevado a escalar cimas completamente altas, como las que escalan las estrellas del firmamento. Es un hombre esforzado y con mucho éxito gracias a su ingenio y sacrificio. “Conoce poco el sueño, tanto así que prefiere dedicar más tiempo a la música […]

Lo cierto es que desde entonces su amor por la música lo ha llevado a escalar cimas completamente altas, como las que escalan las estrellas del firmamento. Es un hombre esforzado y con mucho éxito gracias a su ingenio y sacrificio. “Conoce poco el sueño, tanto así que prefiere dedicar más tiempo a la música que tomar una buena siesta cuando debería hacerlo”, según cita la revista People en Español en entrevista exclusiva.

“Su horario es desequilibrado”, ha dicho Tommy Mottola, presidente de Sony Music Entertainment, donde se dice que Marc Anthony tiene un contrato por $30 millones. “Marc puede trabajar entre 48 y 72 horas seguidas y luego se desploma. Él simplemente sigue hasta que ya no puede más”.

Degen Pener (periodista) espera unos minutos a que Marc emerja de su habitación, luego de tomar una siesta. “He estado trabajando muchas horas y acabo de terminar un ciclo de cuatro días”, explica el cantante, a pesar de no dar muestras de ojeras que lo delaten. “Dormir no es parte de mi vida”.

“Quizás no necesite dormir, pero sí anhela una vida de hogar tranquila. Desde que encontró la fama en 1999 luego que su primer álbum en inglés vendiera cuatro millones de copias con éxitos como ‘Yoy Sang to Me’ y ‘I Need to Know’, el artista, de 32 años, ha estado moldeando un estilo de vida totalmente nuevo, ya que hace sólo unos años, los supuestos romances del salsero con estrellas como Mira Sorvino y Jennifer López hacían que ocupara a diario las columnas de chismes de los periódicos”, puntualiza la revista.

El cantante reconoce haber sido un hombre de sentimientos intensos y de una gran debilidad por el sexo femenino, aunque le molesta que le pregunten de su vida privada.

“No me gusta que me pregunten con quién estoy o con quién me acuesto. Lo que pasa con mi vida privada es mío, lo que sí aseguro es que soy capaz de amar intensamente”, ha comentado.

Tan es así, que aún le resulta inolvidable recordar a la mujer que le hizo saltar el corazón de emoción por primera vez.

Tenía apenas 11 años, la chica le gustó tanto que emocionado fue a darle una serenata bajo su ventana; ella se asomó, escuchó la canción entera y luego le cerró la ventana sin decir palabra alguna.

Esa tarde no sólo vivió su primera desilusión amorosa, sino el despertar de su pasión por la música.

Hasta que en mayo del 2000, se unió en matrimonio a su verdadero amor Dayanara Torres, de 26 años ex Miss Universo. Y nueve meses más tarde, el 5 de febrero del año pasado, la pareja dio la bienvenida a su hijo Cristián. “Son muy amorosos entre ellos”, dice O’Donnell, quien conoció a Marc Anthony a través de Mottola en la época en que el matrimonio comenzaba a salir juntos. “Es muy placentero estar con una pareja tan genuinamente preocupada el uno por el otro. Lo que más le importa a él son sus hijos y su familia”.

La pareja se conoció hace poco más de dos años en un club nocturno de Puerto Rico cuando un amigo de ambos los presentó. “Nadie me pone nerviosa”, dice Torres, “pero cuando lo conocí sentí algo extraño en el estómago”.

“No podía ni respirar”, añade él. Ella continúa, “me puse tan nerviosa que le tendí las dos manos para saludarlo”. En ese entonces, Marc Anthony ya era una estrella en Puerto Rico, donde nacieron sus padres. Y también lo era Torres, la tercera Miss Universo puertorriqueña, y la más joven de todas. “Todo mundo sabía quién era Dayanara”, dice él. Quizás él se sienta un poco inseguro de tener una reina de belleza por esposa. “De pequeño yo era el feo, el flaco, así que me vi forzado a mejorar mi personalidad”, dijo el cantante en una oportunidad al rotativo Daily News de Nueva York.

Sin embargo, este ganador de un Grammy en 1998 no ha alterado en lo más mínimo uno de sus rasgos más encantadores —su impulsividad. Después de que ambos se comprometieran, él decidió que no quería pasar meses planificando la boda. Así que, durante un viaje a Los Ángeles, fletó dos aviones privados y en secreto invitó a 15 familiares y amigos a celebrar con la pareja en Las Vegas, Nevada, la noche del 9 de mayo del 2000. Pocas horas antes de la ceremonia, le dio la sorpresa a Torres. “Me estaban peinando y maquillando en preparación para los Blokbuster Awards”, mi reacción fue así como que: ‘Por supuesto. ¿Ahora mismo? ¿Esta noche? ¡De acuerdo!’”.

La pareja pensó en tener una ceremonia religiosa apropiada luego de haberse casi escapado para casarse. “Mi mamá me dijo: ‘Me las debes’. Yo soy la mayor de las hijas”, explica Torres. Pero nunca encontraron el tiempo. Los recién casados pasaron buscando una casa que comprar. “Vimos más de 30”, dice él. Luego, cuando Torres tenía cuatro meses de embarazo, recibieron unas noticias muy inquietantes. “Existía la posibilidad de que Cristián naciera con Síndrome de Down”, recuerda el artista. Los resultados de pruebas posteriores estarían disponibles 10 días después. “Traté de alejarla de ello lo más posible”, dice él, “¿Sabes una cosa?”, continúa, “no hace falta que nos volvamos locos durante 10 días. Así que fleté un barco en el Caribe. La tomé de la mano y traté de que no se preocupara”. Felizmente, las nuevas pruebas indicaron que Cristián estaría bien.

En octubre del 2000, finalmente, encontraron su nueva casa. Pintaron las paredes en tonalidades suaves y amueblaron las áreas de estar con amplias sillas y sofás blancos. Los colores neutros hacen destacar las muchas colecciones de Marc Anthony, desde sus piezas de arte moderno hasta la estantería con antigüedades griegas, romanas y egipcias, muchas de las cuales adquirió a través de sothebys.com. “Toda la vida me ha fascinado la historia”, dice el joven intérprete, quien también colecciona cartas de presidentes estadounidenses y está amasando una gigantesca biblioteca de filmes documentales. “Marc tiene una cosa por el arte y la historia que es increíble”, dice O’Donnell. “Podemos estar viendo televisión y de pronto él dice: ‘Sabías que (el ex presidente de Estados Unidos) Woodrow Wilson cojeaba?’ ”, señala la revista.

Su afición a los datos curiosos es un atributo que no se esperaría en una persona que es conocida principalmente por sus extraordinarias y emotivas actuaciones. La obsesión del cantor con su música domina todos sus otros intereses. Pero con el avanzado estudio de grabación que está instalando en su nuevo sótano, las intensas horas de trabajo ya no lo alejarán de su familia. “Es la mejor idea. Si no tuviera el estudio en la casa estaría fuera por días y días”, dice Torres antes de subir a despertar al recién nacido. “Algunas veces baja durante el día y no lo vuelvo a ver hasta el día siguiente por la tarde. Pero por lo menos está aquí”.

Arianna es el amor de su vida

A pesar de que se le ha ligado sentimentalmente con distintas mujeres, para él la más importante y la única que no tiene sustituta ni competencia es su hija Arianna Muñiz, nacida de su noviazgo de cuatros años con una policía de Nueva York.

La ruptura de esta relación dejó marcadas cicatrices en el corazón del intérprete, sobre todo por lo que significaba separarse de su pequeña.

“Mi hija es todo, no sé cómo explicarlo, ella es mi vida, mi inspiración más grande. Si la vieran con mis zapatos, cómo me envuelve con sus palabras, es maravillosa y yo la amo con toda mi alma; a ella le escribí My Baby You”, afirma.

Y después de proclamar a los cuatro vientos que estaba solo y no tenía planes cercanos de boda, llegó la otra mujer de su vida… Dayanara Torres. El 10 de mayo del 2000 Marc Anthony se casó con la ex Miss Universo puertorriqueña en Las Vegas.

A pesar del tiempo y la fama que ha logrado, este artista dice no haber cambiado su forma de ser, afirma seguir siendo igual con sus amigos, con su gente y que mantiene sus valores morales y espirituales. Aunque reconoce que sí hay algo que cambió en su vida y fue de manera radical.

“Mi inocencia en el negocio. Antes creía que todo el mundo era bueno, ahora sé que no es así. Es lo único diferente, como ser humano sigo siendo el mismo, eso sí, más maduro. He mejorado, he aprendido y en general he vivido, sí, sobre todo he vivido”, comenta.

Es esa clase de energía la que lo ha empujado a escribir y grabar 60 canciones para los cuatro álbumes que produjo el recién año pasado. Uno de salsa y otro de pop en inglés, seguidos por una colección de música de Navidad, salieron a la venta a fines de año. Marc Anthony, un consumado actor que ha aparecido en películas Big Night y Bringing Out the Dead, también protagonizó en el otoño el drama In the Time of the Butterflies junto a Salma Hayek. “Cantaba para nosotros y nos poníamos a cantar y bailar salsa”.

Finalmente Marc Anthony sale al jardín para examinar otra sorpresa para una de las mujeres de su vida. Una diminuta casa de muñecas que encontró para Arianna en Internet. Se mete en ella todo encorvado y se maravilla de cómo luce el desván y que las pequeñas ventanas se pueden abrir. Marc Anthony tiene pendiente ir a buscar a su hija, quien aún no ha visto la casa, para una de sus visitas quincenales. “Estoy ansioso por ir a recoger a mi niña y llevarla hasta la casa con los ojos vendados”, dice. “Me gusta hacer algo todos los días que de algún modo perdure en mí. Quiero sentir todo lo que pueda”.

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