- Técnica ayuda a estabilizar la producción del marisco, sostiene experta
María Antonia López M.
Una de las maneras de evitar la desestabilización en la producción, pero por el otro lado un aprovechamiento racional del camarón en Nicaragua, es aplicando las técnicas denominadas de domesticación.
Agnes Saborío, directora del Centro de Investigaciones de Acuicultura de la Universidad Centroamericana (UCA) explicó que la domesticación del camarón es una tecnología que se usa en zootecnia para establecer un proceso de control de un animal silvestre. “La idea es dominar el ciclo de desarrollo, pero en Nicaragua solamente estamos engordando camarón”, señaló Saborío.
El engorde del camarón consiste en usar un sistema de siembra del camarón en su estado postlarvario, dejándolo ahí hasta que da la talla requerida para ser comercializado.
“Lo que se está haciendo en los laboratorios nacionales es recoger la larva en su estado de gravidez y conducirla a un desove artificial”, detalló.
Pero el término domesticación es una antelación al desarrollo de la especie, ya que se trata de permitir el proceso de desove en un laboratorio especializado.
Según la especialista, la domesticación se está utilizando mucho para prevenir los altibajos en esa industria, causados por enfermedades y plagas que pueden atacar al recurso.
“Por eso se está trabajando en la genética del camarón buscando las hembras y machos que son más resistentes a enfermedades, o que tienen mejores características físicas y luego reproducirlas”, dijo.
En Nicaragua si bien se ha avanzado tecnológicamente, pues se tienen varios laboratorios que producen sus propias larvas e inclusive se exportan, no se hace aún labor de genética.
Para que el país entre a realizar labores de genética se requieren recursos, pues es necesario establecer un laboratorio a la orilla del mar, porque se requiere seleccionar a familias de camarón, reproducirlas luego hasta conseguir las características deseadas.
El instituto acuícola de la UCA había planteado a Japón la posibilidad de que financiara la construcción de un laboratorio, pero la nación asiática ya había destinado los recursos a otro país.
Si Nicaragua contara con un laboratorio de genética en el corto plazo, existe la capacidad profesional para manejarlo con recurso humano nacional.
SÓLO SILVESTRE
Cuando inició la producción camaronera en Nicaragua, era totalmente artesanal, ya que los pescadores sacaban la larva silvestre del mar y de los esteros, para luego depositarla en las granjas.
Pero tiempo después esa opción cambió. La demanda desde los laboratorios ha aumentado. Una de las razones es la protección de la larva silvestre, por eso se han establecido prácticas de manejo adecuado, indicó Agnes Saborío.
La diferencia es que obtener larvas de laboratorios es más costoso, pero se compensa con la obtención de una mejor producción. Debido a los costos, los pequeños siguen dependiendo de la larva silvestre.
La reducción de captura de larvas silvestres de camarón para proteger la especie, ha reducido de alguna manera la actividad de los pescadores en el occidente del país.
La pesca de larva no es la única actividad laboral que realizan, ya que la especie suele capturarse en determinados momentos del mes cuando hay condiciones de marea y una fase lunar específica.
Sin embargo, debido a esa dependencia de la pesca de larvas, es que en el país no se ha prohibido su extracción.
EL CICLO DE PRODUCCIÓN
El camarón adulto vive en alta mar donde desova, estos huevos llegan con las corrientes marinas hasta las costas de los esteros, donde eclosionan y se quedan en ese hábitat en un estado postlarvario, regresando a su origen inicial hasta que alcanzan la madurez.