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SALMA HAYEK Y COLIN FARRELL en una escena de la película Ask the Dusk. (LA PRENSA/AP )

Salma Hayek considera

“El racismo es un mal que aún perdura en la sociedad”, dijo la actriz mexicana Salma Hayek, pero señaló que se ha avanzado cantidad en esta materia y eso da esperanza para vivir en un mundo mejor. La actriz, de paso en Nueva York para promocionar la película Ask the dusk, recordó que hace menos […]

“El racismo es un mal que aún perdura en la sociedad”, dijo la actriz mexicana Salma Hayek, pero señaló que se ha avanzado cantidad en esta materia y eso da esperanza para vivir en un mundo mejor.

La actriz, de paso en Nueva York para promocionar la película Ask the dusk, recordó que hace menos de 50 años aún había letreros en Los Ángeles en los que se leía: “No se admiten ni mexicanos ni mascotas”.

“En vez de tener derechos humanos, teníamos derechos de animales”, señaló Hayek, quien interpreta en el filme a Camilla, una inmigrante mexicana en Los Ángeles de los años treinta víctima de los estigmas de la época.

Con la voz un poco ronca de la gripe, Hayek explicó que no se puede comparar ahora a lo que era en ese entonces, aunque dejó bien claro que los derechos y oportunidades de los que gozan los inmigrantes hoy en día en Estados Unidos se deben a personas como Camilla.

“Por esas personas, que en esos momentos tuvieron la valentía de sobrevivir esas dificultades, de quedarse y de luchar por esos derechos, gracias a ellas tenemos muchos otros beneficios”, dijo, tras una larga jornada de entrevistas con medios de comunicación.

UNO DE LOS MEJORES

Ask the dusk, junto con Frida, son los mejores papeles que ha interpretado, comentó la mexicana, que vestía una camiseta negra con unos jeans azules.

Sobre el filme, cuyo guión Hayek rechazó hace 10 años porque no le gustó el personaje de Camilla, la artista matizó que no tiene un mensaje específico.

“Se trata de un estudio de personajes, una película que no trata de manipular la opinión del público, ni está tratando de tener una estructura comercial”, explicó.

Preguntada sobre qué le hizo cambiar de opinión para aceptar el papel, Hayek fue concisa: Warren Beatty, mejor amigo del director de la película, Robert Towne, y su esposa Anette Bening le pidieron que volviera a leer el guión.

“La pareja me sentó y me agarraron en un restaurante. Entonces lo volví a leer y me sorprendí muchísimo. ¿Cómo no lo voy a hacer? Yo tenía una idea completamente distinta”.

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