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Miembros del grupo Voces Nocturnas: José López, Delena Arias, Javier Arana Vivas, Ninoru Amisaca, Carlos M. Castro, Mario Martz D´León. (LA PRENSA / Bismark Picado)

Voces nocturnas

Aparece nuevo grupo de jóvenes escritores, en esta ocasión presentamos parte de su poesía y un breve manifiesto que los presenta Cada arte tiene su espacio. La literatura como arte amplio, tiene el propio. Y nosotros que incursionamos en ella, lo hacemos de una manera formal, tal y como lo hacen las organizaciones políticas y […]

  • Aparece nuevo grupo de jóvenes escritores, en esta ocasión presentamos parte de su poesía y un breve manifiesto que los presenta

Cada arte tiene su espacio. La literatura como arte amplio, tiene el propio. Y nosotros que incursionamos en ella, lo hacemos de una manera formal, tal y como lo hacen las organizaciones políticas y sociales (claro que no somos una política). Desde hace un año que hemos venido trabajando en función de la literatura fusionando diferentes géneros literarios de lo cual se dividen en dos pendientes: Poesía y Narrativa, éste último presto a las situaciones políticas en nuestro país después de procesos sociales dados en el mismo.

Estamos dispuestos a escuchar la crítica y probablemente a enriquecernos con ella. Nuestros textos son producto de una serie de talleres que hemos venido recibiendo por partes de poetas y escritores de nuestro país, así como intercambios literarios organizados por otros grupos literarios. A decir verdad, cada uno de nosotros es miembro de algún otro grupo literario de su universidad, ciudad o barrio. Pero literalmente convergemos nuestros valores literarios en una sola entidad, tal y como ayer lo hizo la Vanguardia Nicaragüense, con la única diferencia que no pretendemos serlo, porque para eso somos Voces Nocturnas.

En primera instancia, no queremos decir que somos un movimiento, quizás solamente un grupo de jóvenes que se interesan en la literatura aparte de nuestras clases profesionales. Tenemos las puertas abiertas a todo aquel o aquella que le interese la literatura como tal y respete la pluralidad de género, puesto que no tenemos nada en contra las razas, edades o credo, sino meramente con el estudio y la creación literaria.

Actualmente, Voces Nocturnas es miembro de la Asociación de Jóvenes Creadores de Nicaragua (ASOJOCRE) y The Cove Rincón Internacional (Miami)

Manifiesto de Voces Nocturnas.

Descanso en un Parque

Carlos M. Castro

A una banca tranquila dirige sus pasos
el viajante. Ha burlado el cansancio y reposa
al compás de las hojas que sobre la losa
siguen felices al viento y marcan sus trazos.

Libertad de macabros ruidos de esta odiosa
ciudad! —así piensa— … los ansiados retazos
de silencio y soledad superan mil vasos
de licores finos o una mansión lujosa…

Luego del descanso y todos los beneficios
que sobre la banca tranquila él ha obtenido,
la ciudad le cobra por sus buenos servicios:
con el hierro fatal y como poseído
por el hambre, el frío, pereza y demás vicios
un sujeto le quita su último latido…

Carlos M. Castro. Nació en Managua en 1986, estudia ingeniería industrial.

Del Amor y sus Imprecisiones

Delena Arias

Redundo inmóvil sobre la cama,
ahí sueños y desvelos fornican.
En esta cama en que soy materia inerte,
inerte materia en olvido,
un feto abortado sin precisión,
un coágulo de ayeres sin memoria.

Me levanto,
ando disímil a mí misma.
Soy una extraña,
mi cuerpo no me pertenece.
Este cuerpo que fue tuyo,
este cuerpo que es el despojo de tus manos saciadas.

Tus guillotinas hirieron mi carne,
me desangraron.
Sigo el rastro seco de esas gotas
vuelvo a tropezar conmigo misma.

Regreso a la cama,
santuario de dudas indescifrables.
Escucho voces.
Morbosos reclamos de las cicatrices
de la piel sanada que anhela guillotinazos
de esta dermis que herida era feliz.

Delena Arias (Darling Áreas) Nació en Managua, en 1986. Actualmente estudia III año de la carrera de ingeniería en sistemas.

Designio

Ninoru Amisaca

Luego de incontables días y noches, apoyado sobre la mesa, agudizando su vista para poder precisar, con ayuda del escalímetro, su pequeño lazarillo, los muros y paredes de infinitos planos, hoy el arquitecto recibe su diagnóstico: ceguera definitiva.

Santa Sofía

El emperador contuvo, por muchos años, el control sobre la acrópolis y más aun sobre su entorno geográfico.

Ahora la ciudad arde y en medio del bullicio y el ir y venir de los invasores ninguno puede distinguir que el principal tesoro, el más anhelado, se oculta entre las piernas de Sofía.

Ninoru Amisaca (Asunción Ruiz), nació en Managua, en 1986. Estudia III año de la carrera de arquitectura.

Mitos

José López Vásquez

Esta noche sin eléctrica luz, la negra
sotana del padre sin cabeza cubre Santo
Domingo, perforada por focos de automóviles
y por lámparas de centinelas en sus residencias.

Esta lluvia impasible es el sollozo de la
llorona que busca a su hijo en el último
pálpito de un feto sumergido en la
basura, o en el gélido estómago de un niño
extraviado.

Ese traqueteo tardío de chatarra humeante
es la carreta nahua disfrazada de público bus
cargando a sus pasajeros hacia el purgatorio.

Ese ejército de quiebra-platas son burlones
espíritus que inquietan la vista
al descender del cielo como estrellas
intermitentes, y ese coro recóndito de risas

pueriles son duendes jugando doña Ana.

José López Vásquez. Nació en Santo Domingo Chontales, en 1986. Estudia el III año de la carrera de ingeniería industrial.

Javier arana vivas

Burdeles sifílicos atacan
a la pederasta metrópolis;
poco a poco caen los
inocentes organismos
abatidos de la infección.
Pronto
sus venas reverdecerán
inundadas de la negra pus,
contagiando tras cada orgasmo
a sus pueriles urbes amantes.

Javier Arana Vivas. Nació en Managua en 1985. Estudia III año de la carrera de ingeniería en sistemas.

Cosmología

Mario Martz D’León

“El mar empezaba a verdecer
entre los promontorios todavía en sombras”.
Alejo Carpentier

El día en que el mar verdezca
será cuando las sombras errantes
se mutilen en el predio vacío de mis pupilas,
el disco solar rasgará las nubes de polvo
que cubrirán tu inerte cuerpo
y disueltas entre tinieblas y alboradas
mar y tierra no serán suficiente
para que las sombras se arrastren zarpeando
su idito dolor anatómico…

La Prensa Literaria

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