- Es la autora del busto más hermoso de Rubén Darío. El martes se dictará una charla sobre la vida de esta escultora
El busto de Rubén Darío es el que más le gustaba a Edith Gron. Es esculpido en mármol blanco. Ella le dio ese carácter serio y clásico como se lo imaginaba y ha logrado que el público así lo vea: con el respeto que se merece el más alto exponente de la cultura nicaragüense.
Yo tomé una foto de ese busto en el Banco Central. Tiene unos 70 centímetros de alto.
Ha sido el busto más reproducido en Nicaragua, el que más se aprecia en cada oficina.
Aunque ella nació en Dinamarca, se consideraba nica, amaba todo lo nica. Sus amigos eran nicas. En una de sus cartas, cuando estudiaba en Nueva York, dice: Si bien fue muy provechosa mi estancia en NY, sentía la nostalgia de mi Nicaragua. Me hacían falta desde las brisas del lago hasta el sonido de sus campanas.
Edith Gron realizó otros bustos del panida en varios estilos y expresiones que están en otros países como Holanda, México, Costa Rica, Perú, Colombia y Estados Unidos.
El martes 30 de octubre, a las 6:30 p.m., en el Instituto de Cultura Hispánica-Embajada de España, dictaré una charla sobre su vida y obra y presentaré 100 fotografías inéditas facilitadas a este autor por su sobrina Margarita Gron, desde que Edith nació en Dinamarca, luego su travesía en barco con sus padres Guillermo y Sofía Gron hasta Corinto. Edith tenía entonces seis años de edad.
Pero, además, el recorrido incluye su llegada en tren a Managua, hospedaje en el Hotel Rosa Blanca de la familia de Rosario Murillo (ex viuda de Rubén Darío), su azaroso viaje en carretas de bueyes a Matagalpa en 1923, su vida en la finca, su traslado a Managua con sus padres, vida el restaurante La Dinamarca, estudios en la Escuela de Bellas Artes, luego en la Universidad Nacional de México, Universidad Columbia en Nueva York.
Su regreso a Nicaragua en 1948, fotos de ella con sus obras en su taller: esculturas de Diriangén, Larreynaga, Máximo Jerez, José Dolores Estrada, Andrés Castro, Rubén Darío, Azarías Pallais, Rene Schick, Henry Dunant, Joaquin Vijil, Chepita Toledo de Aguerri, Emiliano Chamorro, Gabry Rivas, Dr. Ramón Romero, Dr. Luis Manuel Debayle, Pablo Antonio Cuadra, José Martí, Víctor Hugo, monumento a La Madre, La Pieta, El Relevo, El Amo Muerto, El Águila de la casa del Águila, además de esculturas de niños, viejos, campesinos, madres, desnudos femeninos, atletas, y muchas obras más.
Los invitados podrán intervenir durante la exposición. Están invitados escultores, pintores, académicos, poetas, escritores, historiadores, periodistas, genealogistas, profesoras, alumnos y amantes de estas disciplinas.
Sus obras son reconocidas internacionalmente. Edith Gron es considerada una de las mejores escultoras de Nicaragua, y ha sido reconocida por su excelente arte en varios continentes, dándole prestigio a su patria, Nicaragua. Es hora que los nicaragüenses le hagamos un honor, al menos conociéndola y recordándola.
José Vivó, quien ha sido profesor de escultura en la Universidad de Valencia, España, durante 26 años escribió a su sobrina Margarita Gron lo siguiente sobre Edith:
Su obra El Relevo, se ha convertido para las Universidades de todo el mundo, en un símbolo que representa el traspaso de sabiduría, de conocimientos. Paradójicamente, casi nadie conoce el nombre de la ilustre autora de tan maravillosa y admirada obra.
Anécdotas en la vida de Edith Gron
1. En arte, ver y no tocar.
Edith contaba que cuando estudió en la Academia San Carlos en México tuvo de profesor al famoso escultor Fidias Elizondo, durante sus clases él se acercaba a modelos desnudas para verificar alguna medida, y hasta quizás las tocaba, sin malicia, sus motivos eran meramente artísticos. Pero entre los alumnos varones, hubo alguno que envidiaba estos movimientos. Contaba Edith que uno de ellos quiso imitar al profesor, y fue rechazado de una cachetada por la modelo.
2. Modelo puro nica
Edith tuvo tres novios, pero no se casó. Uno de ellos fue Bill Turcios, el famoso boxeador de esa época de los años cuarenta. Bill fue luego el padre de Oscar Turcios, quién llegó a ser un conocido combatiente guerrillero en los años setenta.
Edith llamaba a su novio Billito, quién además de boxeador profesional era también bombero voluntario.
Por su complexión musculosa y atlética, Bill le sirvió de modelo para la estatuas de los héroes nicas Diriangén y de Andrés Castro.
3. Atletas semidesnudos de El Relevo.
Cuenta su sobrina, Margarita Gron, que cuando le encargaron ese trabajo que está al frente del Edificio de Correos de la vieja Managua, que son las estatuas de Emmanuel Mongalo y Neri Fajardo en el acto de dar fuego al mesón en la batalla de Rivas contra los filibusteros de Walker, el comité pro monumento le pidió que les pusiera ropa, que les tapara sus partes. Es que ya sabían que mi tía los hacia desnudos siempre. Bueno me dijo mi tía, qué tontos que son, y por supuesto que les voy a tapar sus partes, pero van a quedar igual que desnudos.
4. ¿Su mejor obra?
Decía un filósofo: Producir es mecánica, crear es arte.
Cuando le preguntaban cuál era su mejor obra, ella contestaba: la próxima.
Otros detalles
Edith Gron era ciudadana nicaragüense y como tal viajaba con pasaporte nica, aunque tuviera derecho al danés.
La escultura al gallardo jefe indio que está en el parque Las Piedrecitas, es la del cacique Diriangén y no Nicarao como han creído otros autores.