Estrella en ascenso

Erasmo Ramírez se abre paso con Seattle

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Tomado del SeattleTimes

Las estadísticas que obtuvo durante el 2009 el pítcher prospecto de los Marineros de Seattle, Erasmo Ramírez, saltan a la vista: récord de 11-1 con un 0.51 de promedio en carreras limpias permitidas y un .174 de promedio de bateo permitido.

Y especialmente esto: 80 ponches y sólo cinco bases por bolas en 88 innings. Sí, escucharon bien, cinco bases por bolas.

“Muy impresionante”, dice entre sonrisas Bob Engle, vicepresidente de operaciones internacionales de los Marineros de Seattle. “Pareciera que es, a como decían en mis tiempos, un error de imprenta”.

Cierto, Ramírez logró esos números este año lanzando en la Liga de Verano de Venezuela, uno de los más bajos peldaños en el beisbol profesional, pero a cualquier nivel, esas cifras garantizan que muchos ojos se abran, entre ellos los míos.

No hay duda que Ramírez es una estrella en ascenso en el sistema de los Marineros de Seattle, una que arribará a Arizona a finales de este mes para participar en una liga instruccional. Es una primera probadita del beisbol en los Estados Unidos, misma que está siendo esperada con mucha anticipación dentro de la organización.

SU FIRMA

Decidí llamar a Engle para investigar la historia de Ramírez, de quien lo único que sabía era lo básico que se presenta en la guía para medios de los Marineros de Seattle: 19 años de edad, nacido en Rivas, Nicaragua, derecho, 5 pies 11 pulgadas, 180 libras de peso, firmado el 1 de septiembre del 2007 por Engle y el scout de los Marineros Ubaldo Heredia.

Nicaragua no es conocida por producir muchos prospectos para el beisbol. El más famoso, por mucho, es Denis Martínez, “El Presidente”, quien ganó 245 juegos en las Mayores, uno de ellos durante un breve y desafortunado paso por los Marineros en 1997. El pítcher Vicente Padilla de los Dodgers y Everth Cabrera de los Padres, un shortstop, son los únicos jugadores activos de Nicaragua que yo conozca.

Yo tenía la corazonada de que Ramírez tenía una historia interesante. Estaba en lo cierto. Resulta que de niño, a la edad de 12 años, salió de Nicaragua y se fue a una escuela en San Salvador, El Salvador —un país aún menos conocido por su beisbol—.

Pero un hombre admirable llamado Jorge Bahaia había iniciado una academia en San Salvador llamada FESA (Fundación Educando a un Salvadoreño). El objetivo es brindar a atletas de primera categoría la oportunidad de recibir entrenamiento concentrado en su deporte, pero también una educación que de otro modo no hubiesen podido adquirir.

“Les brindamos apoyo académico, entrenamiento en salud y nutrición, y trabajamos para desarrollar valores”, dijo Bahaia, a quien contacté en San Salvador con ayuda de Engle.

Bahaia, quien jugó beisbol en la Preparatoria Gulliver de Miami en 1983 y se graduó de la Universidad de Miami en administración y finanzas, regresó a El Salvador después de la universidad, en donde su familia tiene una empresa textil.

“Decidí que necesitaba devolver algo a la comunidad, porque yo había recibido tantas bendiciones de Dios”, dijo.

PRIMER CONTACTO

Dice Bahaia que hace cerca de seis años recibió una llamada de un amigo en referencia a Ramírez, quien apenas estaba cumpliendo 13 años.

“Él me dijo que Erasmo era un buen muchacho de Nicaragua que quería estudiar, jugar, aprender y ser exitoso. Él quería aplicar para una beca en nuestro programa”.

Ramírez fue aceptado e inmediatamente prosperó en el aula de clases, al igual que en campo de batalla.

Durante sus años en Latinoamérica, Engle ha desarrollado una amistad con Bahaia y de vez en cuando le visita para ver si tiene algún prospecto. Bahaia le habló de Ramírez, a quien los Marineros firmaron después de verle destacarse en un torneo en San Martín.

En el 2008, con 18 años de edad y pichando en Venezuela, Ramírez obtuvo 4-1 con un 2.86 de average. Luego, este año, con muy poco entrenamiento anticipado, explotó, ganando el premio del Jugador Más Valioso en la Liga de Verano de Venezuela.

“Primero que todo, él tiene un muy buen control de todos sus lanzamientos”, dice Engle. “Su lanzamiento de velocidad es promedio o ligeramente superior, pero con buen movimiento y lo logra mantener abajo. Sus lanzamientos de rompimiento tienen que ir mejorando a medida que vaya subiendo de escalón. Él es el tipo de muchacho que puedes ver que tiene una meta u objetivo en mente”.

Según Pedro Grifol, director de operaciones de ligas menores de los Marineros, el muchacho ha causado una muy buena impresión en la organización.

“Sin duda que si logras una temporada como la que él ha tenido, entonces serás considerado un prospecto de primer nivel, sin importar el repertorio que tengas o no tengas”, dice Grifol. “Él tiene buen material, no estoy diciendo eso. Pero, poniendo todas las habilidades físicas a un lado, siempre que logres salir a desempeñarte como él lo ha hecho, serás uno de nuestros principales prospectos”.

Grifol reconoció que Ramírez no estaba en un lugar prominente dentro del radar de los Marineros al iniciar esta temporada.

“Él tiene buen material, y todo salió a flote a la vez”, dice Grifol. “Tiene una gran aptitud, y una habilidad para aplicar inmediatamente lo que se le enseña. Sabe fildear su posición, y lo hace todo bien en la colina. Es una máquina de tirar strikes con engaño”.