El cambio climático podría traer serias consecuencias económicas a la producción nicaragüense.
LA PRENSA/A. MARTÍNEZ
Las organizaciones de la sociedad civil decidieron esta semana dar el paso que el Gobierno no ha dado con respecto al cambio climático: sentar una posición uniforme como país.
Tras reunirse el lunes más de 30 organizaciones, decidieron que entre hoy miércoles y el viernes de esta semana, emitirán su posición única sobre el cambio climático, frente a la Convención Mundial de Copenhague, a inicios de diciembre, en donde el mundo redefinirá su estrategia para enfrentar el calentamiento global.
Aunque ayer no había sido terminado el documento, todo parecía indicar que las organizaciones estarían más interesadas en apoyar una posición similar a la del Alba Plus, que la de los países desarrollados.
Alba Plus es una iniciativa de los países del Alba y otros añadidos que quieren que sean los países desarrollados los que asuman las responsabilidades económicas y tecnológicas para enfrentar el cambio climático, como principales responsables.
La propuesta de los países desarrollados es que todas las naciones, por igual, asuman responsabilidad sobre el tema. El problema que observan los organismos es que los países pobres no deben asumir las responsabilidades de los ricos, porque además no tienen dinero ni tecnología para lograrlo.
A pesar de que Nicaragua es un país fundador del Alba, fue hasta el fin de semana pasado que se sumó al Alba Plus. Antes el Gobierno se mostraba inclinado por la visión de los países desarrollados, al menos en la práctica.
Víctor Campos, del Centro Humboldt, uno de los organismos participantes del foro, dijo que lo importante de éste no sólo es que se reunieron todas las organizaciones que trabajan el mismo tema, sino que además, servirá para advertir sobre la importancia de que Nicaragua tenga una posición clara frente a Copenhague, ya que los países centroamericanos no van a lograr formar un bloque después de que Costa Rica haya roto los acuerdos previos.
Campos también dijo que ya se le envió una carta al Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, en la que se le habla del tema y sus escenarios.
La carta a Ortega es clave, porque la posición de la sociedad civil organizada no representa los intereses oficiales del Gobierno de Nicaragua.
De hecho, al foro fue invitado el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), como representante del Gobierno, pero nadie de esa institución asistió.
La esperanza es que el presidente del Fondo Natura, Jaime Incer Barquero, influya en el Gobierno en su papel de asesor de Ortega en asuntos ambientales.
LAS DUDAS DE NICARAGUA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO
Nicaragua como país, o más bien como Gobierno, aparentemente no tiene claro cómo enfrentar el cambio climático, a pesar de que ya existe una estrategia que algunos entendidos creen que está suficientemente discutida.
Reflejo de esto es que Nicaragua, aparte de no firmar de inicio el Alba Plus, tampoco se sumó a la reunión de Bangkok con el grupo G77 más China —que reúne a los países más pobres del mundo más el gigante asiático—, en la que se aprobó una iniciativa para apoyar el mecanismo de financiamiento REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación), que es un pago de países ricos a países pobres por evitar la deforestación.
Supuestamente ahora Nicaragua ha tomado un rumbo diferente, aunque también hay temor por los antecedentes del presidente Ortega, que a veces parece preocupado por el cambio climático, pero en la práctica sus decisiones están lejanas de sus compromisos.
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