La gente de la Costa Atlántica se queja a menudo de que se siente discriminada, o al menospreciada, por las autoridades centrales del Estado que radican en Managua. Y tienen razón los costeños. Por ejemplo, ahora mismo las autoridades superiores del Consejo Supremo Electoral (CSE), en vez de completar de inmediato los trámites para la proclamación de los electos como nuevos miembros de los Consejos Regionales Autónomos de la Costa Atlántica, se fueron a El Salvador para observar las elecciones legislativas y municipales que tuvieron lugar ayer en ese país centroamericano.
Sin duda que para cualquier estudioso de los procesos cívicos y políticos nacionales e internacionales, debe ser interesante observar las elecciones que se celebran en cualquier país del mundo. Y sobre todo esto es importante para quienes tienen la responsabilidad de organizar las elecciones en sus propios países, pues pueden aprovechar la experiencia electoral de otros países en beneficio de la preparación y realización de los comicios nacionales.
Sin embargo, lo más importante para las autoridades electorales nacionales es atender los asuntos que les competen de manera prioritaria, por mandato constitucional y legal, como es en este caso la conclusión del proceso electoral regional y la proclamación de las personas que resultaron electas el recién pasado domingo 5 de marzo. Inclusive, la asignación de los escaños en los Consejos Regionales ya había sido anunciada para el jueves de la semana pasada, por el mismo CSE, pero los magistrados la pospusieron porque se marcharon a El Salvador.
Colocándose en la posición de los costeños que se quejan de la discriminación o el menosprecio de las autoridades estatales de nivel central, cabría preguntarse si en el caso de que las elecciones del domingo pasado hubiesen sido de Managua o de la región del Pacífico en general, ¿se habrían ido los magistrados del CSE a observar elecciones en otra parte, como lo han hecho ahora que dejaron prácticamente abandonada la fase terminal de los comicios de la Costa Atlántica?
En realidad, todo el proceso electoral regional de la Costa Atlántica fue menospreciado por los magistrados del Consejo Supremo Electoral, que se enfrascaron en un pleito interminable por asuntos e intereses partidistas en vez de atender cuidadosamente la preparación, organización y celebración de las votaciones del domingo 5 de marzo. Y la verdad es que de no haber sido por la efectiva observación electoral internacional, lo mismo que de los organismos nacionales independientes, las recién pasadas elecciones del Atlántico hubiesen sido un lamentable fracaso.
Ahora esas autoridades electorales partidistas están jactándose de la limpieza y honorabilidad de su trabajo, y burlándose de quienes predecían o temían que se produjese un fraude de grandes proporciones en las elecciones del Atlántico. Sin embargo, cabe preguntarse ¿qué hubiese pasado si la observación electoral nacional e internacional no hubiese sido tan amplia y efectiva como afortunadamente lo fue? ¿Acaso en las elecciones municipales del 7 de noviembre del 2004, en las que no hubo una observación electoral como la del domingo 5 de marzo corriente, no ocurrió que las cúpulas de los dos partidos pactistas se pusieron de acuerdo para repartirse entre ellos algunas alcaldías que había ganado el partido de la competencia, que en aquella ocasión era el Apre?
De manera que si las elecciones regionales han sido incuestionables, hasta ahora —pues falta todavía la distribución de escaños de los Consejos Regionales— , fue porque en esta oportunidad la observación electoral internacional ha sido más efectiva; y además porque a quienes controlan el CSE no les ha convenido “quemarlo” en estas elecciones regionales, teniendo pendiente lo más importante que es la elección nacional del próximo 5 de noviembre.
Con respecto a la asignación de los escaños, LA PRENSA informó el viernes 10 de marzo que fuentes del CSE dieron a conocer que en el Atlántico Norte el FSLN consiguió 17 puestos, el PLC 16 y Yátama 12; y que en el Atlántico Sur los resultados fueron 22 escaños para el PLC, 11 del FSLN y 6 de la alianza libero-conservadora ALN. En el transcurso de esta semana veremos si el CSE confirma tales resultados o los cambia a última hora.