Este sábado dos niños se subieron a una tarima ante un escenario repleto, bailaron al ritmo de música nicaragüense.
El público casi alcanzó las mil personas a lo largo del día. Todos escuchaban la música, menos los protagonistas. Aún así, no defraudaron.
Sordos de nacimiento, los niños bailaron gracias a la guía de su profesor.
Ellos y otros 800 niños discapacitados se olvidaron así de las dificultades diarias de sus vidas, para experimentar un momento de alegría.
Lo lograron gracias a la tercera edición del Festival Nacional de Artes Especiales: Mi Alma al Descubierto, organizado por la Asociación de Padres de Familia con Hijos Discapacitados Los Pipitos.
El objetivo fue sensibilizar a la sociedad para que le haga la vida más fácil a los discapacitados, que sufren por discriminación, pero también porque la ciudad y los espacios abiertos no están hechos para que ellos tengan libertad de desplazamiento, pues hasta ahora se les representa un alto peligro el sólo hecho de cruzarse las calles.
EL ARTE REHABILITA
Pero en el fondo, lo que más importó en la celebración de ayer fue que el arte es una práctica que rehabilita a los niños con discapacidad, según Nidia Tórrez, presidenta nacional de Los Pipitos.
Así, los menores participaron en danza, dibujo, pintura, y otras expresiones artísticas, en Multi Centro Las Américas, al noreste de Managua.
“Cuando ellos son capaces de bailar o hacer una pintura se sienten realizados”, comentó Tórrez.
La representante de Los Pipitos afirmó que “el arte ayuda en la parte emocional a ellos (los niños discapacitados), a sus familias, y a tener relaciones sociales”.
Yelis Rodríguez, madre de uno de los niños, afirmó que estas actividades ayudan a los discapacitados, porque los motiva a salir adelante.
Éste es un aspecto relevante en la vida de los “pipitos”, ya que unos no pueden escuchar, tampoco hablar, o bien sufren de trato diferente de parte de otros niños o incluso adultos.
Eso explica por qué Karina Flores, madre de una niña de Los Pipitos, aseguró que la participación de los hijos en este festival les da orgullo a los padres.
No obstante, Flores reconoció que el orgullo no cae del cielo.
“Tenemos que apoyarlos, hay que ayudarles a crecer”, dijo, mientras daba los últimos retoques a su hija de 8 años, para que bailara a pesar de sufrir sordera.
15 MIL PIPITOS
No hay datos exactos de la cantidad de niños discapacitados en Nicaragua, pero Los Pipitos cuentan con 15 mil afiliados a nivel nacional, y son la asociación que aglutina a casi todos estos menores en el país.
Los Pipitos tienen 55 centros de atención temprana y fisioterapia en toda Nicaragua.
La mayoría de los niños es afectada por el síndrome de Down, parálisis cerebral, retardo mental, sordera y ceguera, según Tórrez.
Este festival se realiza cada dos años, alternándose con los Olimpipitos, que son una especie de Olimpiadas para niños discapacitados.
Los Olimpipitos lograron representación de los 16 departamentos del país el año pasado, además de selecciones nacionales de Honduras y El Salvador, con lo que el evento se convirtió en internacional.
Los Pipitos también son beneficiarios de la Fundación Teletón, que este año superó la meta de los 13 millones de córdobas, al alcanzar 13.1 millones en abril pasado, a pesar de la crisis económica que atraviesa el país. El dinero del Teletón está dedicado a los niños discapacitados .
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