Corresponsal / Miami
Juan D’Arce es el primer ciudadano de origen nicaragüense que se postula para ocupar un escaño ante la Cámara de Representantes de la Florida, uno de los cargos más importantes a nivel estatal. D’Arce, un profesor de secundaria, es candidato por el Distrito 112 en el Sur de la Florida. Lo hace por el Partido Republicano.
Juan D’Arce nació en Managua y partió de Nicaragua junto a su familia en 1980, a los 8 años de edad, tras la llegada del gobierno sandinista.
Con treinta años de permanencia en la Florida, la comunidad nicaragüense tiene muy pocos representantes en cargos públicos. D’Arce opina que esto debe cambiar. “Necesitamos liderazgo político, que nuestra juventud crezca profesionalmente. Es difícil creer que tantos nicaragüenses que hoy tienen poder económico y muchos son profesionales, no hemos logrado elegir a alguien, tenemos que organizarnos”.
Su experiencia comunitaria acumulada por más de 20 años le ha permitido conocer las necesidades de cada una de las comunidades que residen en el Sur de la Florida. A su criterio, los centroamericanos y sudamericanos necesitan representación en cargos públicos.
“No sólo sentimos el dolor de Nicaragua, sino el de Venezuela, Cuba, Honduras. La realidad es que ya es tiempo de tener representantes, porque un representante (de origen) centroamericano puede apoyar y atraer atención a las cosas que están sucediendo en nuestros países”.
VIDA DE INMIGRANTE
D’Arce dice que una de las cosas que más recuerda de su país cuando era un niño es haber visto tanta muerte y pobreza. Manifestó resentir el hecho de no haber logrado relacionarse con el resto de su familia que permaneció en Nicaragua.
Su padre era un profesional de la medicina, con una carrera establecida en Nicaragua. Tuvo que emigrar a Estados Unidos, donde en sus inicios trabajó lavando platos. Su madre trabajaba recogiendo tomates para sostener a la familia. Esa situación fue temporal, dice D’Arce con orgullo. Su familia logró levantarse en Estados Unidos y la situación económica mejoró luego que su padre aprendió a hablar inglés y creole.
D’Arce asegura que trabajó recaudando ayuda para personas afectadas por la sordera, diabetes, entre otras actividades. Posteriormente nació su interés por la política, apoyando campañas de importantes políticos de la Florida, como la congresista Ileana Ros-Lehtinen, y el comisionado Javier Souto.
“Me di cuenta que la política también es una buena herramienta para mejorar la vida de mucha gente”, sostiene.
SU PASO POR EL CONSULADO
D’Arce dice que laboró como voluntario en el Consulado General de Nicaragua en Miami, desde la época en que era cónsul el arquitecto José Velázquez. Luego trató de continuar con esa misma labor con la actual representación, pero se retiró debido al enfoque partidario que le ha dado la actual Administración y porque considera que la labor de un Consulado es apoyar a los connacionales.
“Un consulado no debe ser político, no estuve involucrado en nada político, mi afán fue comunitario”.
Aseguró que cuando vio el rumbo que tomaba el Consulado y los constantes aplazamientos a reuniones que lograba conseguir en busca de apoyo para Nicaragua, decidió retirarse. “No pude llegar a nada positivo y ahora sólo hay que esperar que ese Gobierno (de Daniel Ortega) caiga y cuando venga un nuevo Cónsul darles las ideas que tenemos para apoyar a Nicaragua”.
D’Arce es graduado en Ciencias Políticas, cuenta con una especialidad en Justicia Criminal y realiza un máster en administración pública, que suspendió para dedicarse a su campaña política. Dice que de lograr un escaño en el Congreso estatal fortalecerá la educación y establecerá lazos de cooperación educativa con universidades de Latinoamérica.
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