La empresa de vigilancia El Goliat, que en octubre pasado fue beneficiada con un millonario contrato con la Alcaldía de Managua en un proceso irregular porque no se convocó al comité de licitación municipal, fue favorecida con otro contrato de una entidad gubernamental.
Esta vez fue la Empresa Nicaragüense de Transmisión Eléctrica (Enatrel), que en La Gaceta del 18 de noviembre pasado publicó la resolución 106-2009, firmada por el presidente ejecutivo de esa instancia, Salvador Mansell, en la que adjudica un contrato por el servicio de vigilancia a El Goliat.
La empresa estará a cargo de vigilar las instalaciones de Enatrel y también el cuido de los imponentes árboles de Navidad que el Gobierno mandó a colocar en las principales rotondas capitalinas.
“Se adjudica la presente licitación de manera parcial y compartida para el Lote I al oferente Servicio de Protección y Vigilancia (El Goliat) y los lotes II y III al oferente Empresa de Seguridad Interna Sociedad Anónima (Esisa)”, reza la resolución publicada en La Gaceta.
La resolución no especifica los detalles de los lotes asignados, tampoco del monto de los contratos adjudicados.
En septiembre pasado la administración de la Alcaldía de Managua, bajo el control del secretario general de la comuna, Fidel Moreno, canceló la renovación de los contratos para brindar el servicio de vigilancia a las dos empresas que habían operado durante el mandato del ex alcalde Dionisio Marenco.
Moreno, sin proceso de licitación alguno, adjudicó a El Goliat el servicio de vigilancia de los bienes municipales.
Esto fue denunciado por los concejales opositores, que aseguran nunca fueron informados del proceso que devino en la adjudicación de la mencionada empresa.
“Yo desconozco si se hizo una licitación para la contratación de la vigilancia privada”, sostuvo en ese momento el concejal liberal Jimmy Blandón, a pesar de ser parte del Comité de Licitación Municipal desde inicios del año.
La administración municipal publicó en abril y en julio pasado la convocatoria de licitación para adjudicar el servicio privado de vigilancia, pero no publicó la adjudicación oficial del contrato.
Los concejales se dieron cuenta de que hubo un cambio de empresa de vigilancia hasta que vieron a los agentes de El Goliat asumir sus puestos.
NO ESTABA REGISTRADA
La empresa de vigilancia El Goliat está inscrita como uno de los proveedores del Estado, sin embargo, no aparecía inscrita en el Registro Público Mercantil, por lo menos hasta octubre pasado, cuando se dieron las denuncias de los concejales opositores.
Eso a pesar de que, de acuerdo con las operaciones mercantiles en el país, El Goliat debería estar inscrito en el Registro Mercantil para posteriormente ser catalogada como uno de los proveedores del Estado.
Según el portal oficial Nicaragua Compra, donde aparecen los proveedores del Estado, El Goliat no había manifestado ningún interés en ofrecer sus servicios al Gobierno.
Cuando se dio esta polémica, ninguna de las autoridades de El Goliat quiso atender las consultas personales y telefónicas hechas por LA PRENSA en ese momento.
NEGOCIO FAMILIAR
El concejal conservador y uno de los más críticos de la administración municipal capitalina, Luciano García, enunció que la empresa de vigilancia El Goliat es parte “del negocio de la familia presidencial”.
“Mientras el pueblo se está muriendo de hambre, la familia presidencial ya llegó al colmo del descaro y prefiere poner y proteger a una empresa de seguridad. Los trabajadores de la empresa me lo confirmaron”, dijo García en esa ocasión.
El concejal agregó que uno de los guardas de seguridad de la empresa El Goliat, ubicado en el parque Las Piedrecitas, y otro vigilante de uno de los proyectos municipales en el barrio Mirna Ugarte, le informaron que la empresa de vigilancia mencionada es propiedad de Rafael Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial.
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