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La evolución del espanglish

El espanglish, hijo ilegítimo de la globalización, maridada con los movimientos migratorios se ha convertido en un fenómeno lingüístico que aglutina a detractores y defensores suyos, sus aristas son tan variadas como lo puede ser el español y el inglés en cada una de las regiones del mundo donde se hablan.

Inés Izquierdo Miller

El espanglish, hijo ilegítimo de la globalización, maridada con los movimientos migratorios se ha convertido en un fenómeno lingüístico que aglutina a detractores y defensores suyos, sus aristas son tan variadas como lo puede ser el español y el inglés en cada una de las regiones del mundo donde se hablan.

Nacido de las minorías, ha llegado a límites insospechados, cuando 40 millones de personas lo utilizan, hay una cátedra dedicada a su estudio y tiene dos defensores notables en Ilan Stavanz, mexicano, profesor de Amherst College en Massachusetts, autor de un diccionario de espanglish, y Yolanda Rivas, peruana, de la Universidad de Texas, creadora de Cyberspanglish. Y como ya sabemos se está trabajando en la traducción de obras como El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Pero el hijo ilegítimo de la globalización tiene muchos detractores, que lo consideran una aberración, un vulgarismo innecesario resultado de la ignorancia al inventar términos provenientes del inglés que ya tienen equivalentes en español.

Su marginalidad es un sello distintivo, pues según González-Echeverría “… no es una relación basada en la igualdad… la triste realidad es que el espanglish es básicamente la lengua de los hispanos pobres, muchos de los cuales son casi analfabetos en cualquiera de los dos idiomas… los hispanos educados que hacen otro tanto (al usar el espanglish) tienen una motivación diferente: algunos se avergüenzan de su origen e intentan parecerse al resto usando palabras inglesas”.

Tal vez estamos presenciando el nacimiento de una nueva lengua que llegará a ser respetable y armoniosa, y por qué dudarlo cuando las nuevas tecnologías de nuestra aldea global nos llevan a hablar en espanglish o es que todos en algún momento no usamos delete por borrar, email por correo electrónico, link, chat, flash memory, disquete, insert, browser, frame, link, cookie, chat, surfear, etc., porque la tecnología llegaba más rápido que las traducciones y a veces el término inglés era más fácil.

Si el uso es lo que provoca la muerte o el alumbramiento de nuevas lenguas, el espanglish tiene futuro porque por ejemplo el italiano, el español y el portugués surgieron por lo que en su momento se consideraba un deterioro del latín hablado en estas regiones, que llegó a imponerse, pero el latín falleció como una vela que se extingue, aunque aún parpadea y el híbrido del esperanto es una lengua artificial que nunca ha cuajado, no ha tenido la pegada, y ahí está como pieza de museo

GESTACIÓN DEL ESPANGLISH

Algunos autores piensan que sus orígenes andan a fines del siglo XIX, por el 1848, cuando el Tratado de Guadalupe Hidalgo, donde Antonio López de Santa Ana vendió a Estados Unidos una hermosa parte del territorio mexicano, con sus habitantes incluidos, por 15 millones de dólares. Ahí comenzó la simbiosis entre lo hispano y lo anglosajón, pues se vieron forzados a ser extranjeros en su propia tierra al imponerse el inglés como lengua oficial y no poder hablar en español.

Ante la premisa de integrarse al nuevo sistema, tratando de mantener viva su identidad, comenzaron a utilizar el inglés, con pronunciación o fonética española. Estos habitantes mexicanos en territorio estadounidense por necesidad comunicativa inventaron el espanglish, sin ellos mismos saber lo que pasaría después, cuando este híbrido fuera utilizado por los ilegales que cruzaban la frontera en busca del sueño americano.

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Ya nacido el fenómeno había que buscarle un nombre: spanglish, ingañol, espanglish, espanglés, espangleis, espanglis. Aún no se han puesto de acuerdo, pues quieren que se escriba todo en inglés, o todo en español. Pienso que si es una mezcla de idiomas deben estar presentes los dos, así que prefiero espanglish, diciendo el inicio en español y terminando en inglés.

SUS VARIANTES

En la actualidad hay grandes grupos poblacionales de latinos en Estados Unidos, ellos usan palabras del español morfológicamente anglicadas en frases de inglés, su comportamiento lingüístico tiene como aspecto esencial la alternancia de códigos o code-switching, que es el proceso lingüístico de insertar palabras, frases u oraciones de una lengua X en un texto oral o escrito, fenómeno frecuente en comunidades bilingües, cuando se da el uso alterno de dos lenguas en el mismo discurso y que afecta a la sintaxis.

No se debe confundir con el espanglish que se produce en el nivel léxico. El cambio de lengua se da en una misma oración (cambio intrasentencial), o se dice una oración en un idioma lengua y la siguiente en otro (cambio intersentencial).

Aunque muy estigmatizado, al final es reflejo de un conocimiento deficiente de las lenguas que participan en la alternancia, lo cual margina a quien lo utiliza y se considera una amenaza para la salud del idioma, sin embargo la cotidianidad nos demuestra que personas plurilingües usan el intercambio de códigos como un recurso comunicativo, para lograr interacción.

Lo curioso de espanglish es que se emplea en las dos lenguas (español e inglés), y aunque aparente cierto desorden todo parece indicar que mantiene un patrón lingüístico. Algunas de sus manifestaciones son éstas:

-Préstamos integrados del inglés en español (dar un raite, por llevar en coche.

-Empleo frecuente de préstamos no integrados del inglés (con fonética inglesa) en español (Te hice unas cukis).

-Uso de calcos sintácticos de modismos y circunlocuciones inglesas en español (correr para alcalde).

-Intercalar de forma fluida y frecuente español e inglés en una sola conversación o texto

-Desviaciones del español gramatical en personas de ascendencia hispana cuya competencia en español no alcanza la de un nativo, pues tiene una visible reducción morfológica de paradigmas verbales, inestabilidad en la flexión de número y persona, neutralización parcial de tiempos y modos verbales. Mal uso de preposiciones y artículos definidos e indefinidos, etc.

Un rasgo interesante es que el espanglish hablado en Miami no es igual al de New York o California, sus giros dependen de la comunidad latina predominante, es decir cubanos, puertorriqueños, mexicanos, nicaragüenses, salvadoreños etc.

En la ciudad de Miami observamos algunos de estas manifestaciones, y pudimos constatar en varias entrevistas que hay varios factores que abonan el espanglish de los cubanos, así las primeras oleadas migratorias de los años 60, cuyo nivel cultural y adquisitivo era superior, trataron de aprender bien el inglés y así lo inculcaron en sus hijos, en detrimento del español que solo quedó limitado al ámbito familiar y a un exiguo vocabulario.

Estos grupos hablan bien el inglés e intercalan bien a nivel fonético palabras en español como chico, coño, mima, frijoles, pipo etc. Pero tienen deficiencias gramaticales y ortográficas.

Las otras oleadas migratorias, incluidos los marielitos, donde llegaron personas de menos nivel profesional y económico, no se han esforzado en perfeccionar su inglés, y mezclan mal pronunciadas palabras de los dos idiomas, además de expresiones populares cubanas, como asere, consorte, el puro etc.

Dentro de esa segunda oleada hay personas que tratan de hablar bien los dos idiomas y así lo exigen a sus hijos, que son perfectos bilingües.

Miami es una ciudad donde se habla español en todas partes, durante un mes en esa ciudad nunca hablé una frase en inglés en ningún lugar, hasta los buses dicen en medio de publicidad en inglés un letrero de “Se habla español”, así que para la comodidad de los latinos no es perentorio aprender un segundo idioma.

Pero la Ciudad del Sol se torna un crisol donde se fusionan todas las variantes del castellano, y entonces la guagua cubana, el chavalo nica, el mariachi mexicano o el tango argentino giran, se mezclan y asombrados vemos como se erige una nueva torre de Babel donde ocurre el proceso inverso de diversificación de las lenguas y nace un terreno lingüístico común.

NO ES UN IDIOMA

Para el lingüista mexicano Luis Fernando Lara el espanglish no es un idioma, sino una interferencia “debida a la ignorancia, la necesidad avasalladora de integrarse en otra sociedad (…) un fenómeno normal en situaciones de contacto y de mayor prestigio de una lengua sobre otra” y ocurre, en realidad “entre todos los hispanohablantes”.

Lara rechaza que este fenómeno sobre todo léxico y pasajero sea considerado “una lengua en formación entre los hispanos de los Estados Unidos; incluso hasta como una manifestación del vigor cultural de los cubanos, puertorriqueños, centroamericanos, mexicanos, etc.”.

El lingüista afirma que no hay las condiciones para que se dé una mezcla estable, un pidgin español inglés, pues “haría falta que los grupos hispanohablantes más desfavorecidos impusieran sus maneras de hablar al resto y a los medios de información (…) o un decaimiento de la educación, tanto en inglés como en español. Nada de eso por ahora se ha producido”.

Mientras los detractores polemizan, el espanglish como las veraneras sigue creciendo, trepando las pareces, escalando muros y entrando al patio común de los hispanos que viven en Estados Unidos. Sólo el tiempo dirá quién tenía la razón sobre este hijo ilegítimo de la globalización y los movimientos migratorios.

ASÍ NACE EL ESPANGLISH

Un camino intermedio entre  dos idiomas: así conversan los  migrantes latinos en EE.UU. Mientras se  pierde el español, el  inglés se nutre de palabras que fonéticamente  pronuncian en español, cuando esta mezcla se fusiona en la coctelera de la cotidianidad da  un trago exótico y dispar.

ESTUDIO DE CASOS

MARIANA ZIRINI (Padres cubanos)

Mis padres llegaron a Miami en 1967, ellos nunca hablaron inglés. Mi madre ve la televisión hispana, se reúne con hispanohablantes. Mi hermano y yo aprendimos el inglés porque tuvimos que estudiar aquí desde niños. Somos bilingües y usamos a la perfección los dos idiomas. Mi hija mayor emplea bien los dos idiomas, pero el menor habla muy mal el español, pienso que la escuela, sus amistades influyen en eso.

LÁZARO ROBLES (padre colombiano y madre cubana)

Somos tres hermanos, el mayor utiliza muy bien los dos idiomas, yo soy el del medio y hablo mejor el inglés, tengo muchas dificultades a la hora de hablar el español, mi hermana menor esa sí no dice ni una palabra en español, así que cuando vienen mis abuelos de visita, pasa mucho trabajo porque solo sabe saludar y los días de la semana.

CARMEN ALMEIDA LÓPEZ (padres cubanos)

En mi casa todos, desde mis padres a mis hijos, hablamos los dos idiomas sin problemas, siempre quise que mi hija aprendiera bien el inglés, pero sin abandonar nuestra lengua materna. Creo que eso le ha dado muchas oportunidades en la vida. Todos nos entendemos bien en cualquiera de  los dos idiomas.

La Prensa Literaria

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