La familia Uriarte Rodríguez espera que se haga justicia después de haber sido asaltada por tres desconocidos la tarde del martes, en el barrio San Luis Norte, de Managua, luego de tener una mala experiencia hace tres meses.
Los Uriarte Rodríguez perdieron hace tres meses al hijo menor de la familia, Emmanuel, tras ser asaltado en el barrio Las Torres. A pesar de que la Policía Nacional identificó a los involucrados en el asesinato, éstos todavía andan sueltos, de modo que la familia está temerosa ante la vulnerabilidad de la justicia ante los delincuentes.
Hace dos días tres asaltantes ingresaron a la casa de los Uriarte Rodríguez. Aprovecharon que el portón de afuera estaba abierto y se metieron rápidamente para buscar objetos de valor en la vivienda.
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“Cuando vimos ya estaban adentro, nos encañonaron con una pistola, nos dijeron que no hiciéramos nada, se metieron a los cuartos, registraron, se nos llevaron unas cositas y se fueron”, afirmó Rosa Cristina Rodríguez, una de los dos adultos que se encontraba al momento del asalto.
Junto a Rodríguez estaba su esposo Julio César Uriarte, de 65 años, y dos niños, uno de tres años y una de casi 18.
Los ladrones se llevaron una cadena de 15 gramos de oro, una grabadora y un bolso lleno de ropa, más el dinero de “la comidita”, según los afectados.
“Después de revisar, imagino que como no encontraron nada, uno de ellos me preguntó: ¿dónde está el dinero? Yo le respondí que no había. Entonces se fijó en mi pantalón. Me preguntó que qué era eso, le dije que mi comidita. Eran un montón de billetes de 20 y de 10, como 1,100 pesos, seguro pensó que era más dinero, entonces me lo sacó”, relató Uriarte.
Para el jefe de familia el asalto pudo haber sido un error. “Tal vez se equivocaron, tal vez tenían información equivocada, pensaron que teníamos dinero y por eso vinieron”, comentó.
Pero su esposa teme algo peor.
Rodríguez no descarta que los asaltantes estén relacionados con la muerte de su hijo, ya que la familia insiste en que se haga justicia y cree que el asalto fue en realidad para intimidarlos.
“No sé qué pensar, uno piensa de todo, porque no se sabe ni qué querían, hasta se llevaron una grabadora que no funcionaba el CD”, comentó la madre.
Julio Uriarte, hijo, todavía no se explica por qué los asesinos de su hermano andan libres por las calles.
“La Policía los identificó, pero no sabemos por qué la Fiscalía no acusa, y ellos andan ahí, libres en el barrio”, dijo.
Rodríguez no encuentra explicación porque considera que esa zona del barrio es muy segura, puesto que es la primera vez en 30 años que se meten a asaltar a una casa de esa manera, afirmó.
Emmanuel murió la madrugada del 26 de septiembre pasado, producto de un disparo que los delincuentes le dieron por la espalda.
El joven murió en un sector del mismo barrio que no está lejos de su casa.
El temor de Rodríguez es que los implicados en el asesinato supuestamente rondan su casa aprovechando que están en libertad, gracias al sistema de justicia del país.
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