La casa estaba limpia y la acera fue regada para aplacar el polvo y recibir como todas las mañanas a César Augusto Martínez, vigilante del colegio Nuestra Señora de la Paz, ubicado en el barrio René Cisneros, de Managua.
Este señor moreno, de 56 años y el único sostén de su familia, se desempeña como vigilante desde hace 15 años y en los últimos años ha optado por dedicarse, además de la vigilancia, a la venta ambulante de películas y discos de música para aumentar los ingresos de su hogar.
Martínez espera como “agua de mayo” el pago de más de seis mil córdobas que el Ministerio de Educación (Mined) le debe en concepto de horas extras desde hace ya varios meses. Con esto —relató— tratará de reducir una deuda de casi nueve mil córdobas que mantiene desde hace meses, cuando el Mined inició a retrasarse en sus pagos.
Dentro de la vivienda sus tres niños y su esposa reciben a Martínez para realizar las compras de la comida del día, misma que ha disminuido por la falta del pago de las horas extras que laboran cada mes.
“Como vigilantes pasamos varias dificultades, porque sólo recibimos el básico que son como 2,001 córdobas, pero con lo que nosotros solventamos un poco es con las horas extras que hacemos al mes. Ese sobresueldo con las horas extras percibimos como unos seis mil córdobas y ya podemos cubrir casi el 50 por ciento del precio de la canasta básica”, dijo Martínez.
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Los vigilantes de Managua y otros departamentos han iniciado diversos plantones frente al Ministerio de Educación (Mined) en reclamo por el atraso en el pago de horas extras, que desde julio de este año se ha agravado.
Hasta la fecha el Mined no ha respondido por completo a esta problemática y los vigilantes han llegado a las instalaciones de esta institución del estado en diversas ocasiones, pero la mayoría ha regresado a sus viviendas con las “manos vacías”.
El pasado 1 de diciembre la directora financiera del Mined, Norma Ortiz, señaló que el atraso se debía a la recepción de la información proveniente de cada delegación departamental del Mined y no por falta de dinero.
“Hay algunos procesos que se habían atrasado, el Mined territorialmente es bastante disperso y es complejo todo lo que es la recepción de información de algunos lugares del país. En la medida de las posibilidades hemos venido ordenando el tema de los vigilantes y hasta el momento les hemos procesado más de 20 millones de córdobas”, dijo entonces la directora financiera del Mined.
Este ministerio paga a nivel nacional más de seis millones de córdobas a los más de dos mil vigilantes que hay a nivel nacional.
Mientras este atraso continúa, Juan Ramírez, de 60 años, vigilante del colegio Esmeralda Gutiérrez, de Masaya, comentó que el Mined le debe dos meses de horas extras y que no había podido llegar a la sede central porque no disponía de dinero para realizar el viaje hasta Managua.
“Es primera vez que vengo porque la verdad no tiene uno para andar gastando dinero en pasajes, yo vengo desde Masaya y en pasajes y una gaseosa gasto como 50 córdobas y eso que si quiero almorzar tendría que gastar más y uno se mide, porque quizás son 50 córdobas con los que puedo comprar queso o frijoles para mi familia”, detalló Ramírez.
Los vigilantes se han visto obligados a reducir los gastos dentro de sus viviendas y lo más afectado es el tema de la dieta alimenticia.
“Esto es duro, en mi casa comemos los tres tiempos de comida, pero la dieta que se tiene ahora no es la más adecuada. Lo que hago es tratar de mantener el arroz, los frijoles y el queso u otra compañía, pero no creás. Hace dos meses mi esposa tuvo que empezar a trabajar como doméstica en una casa de Masaya, porque para sobrevivir se necesita más que los dos mil córdobas que yo gano haciendo vigilancia”, explicó Nelson Flores Vega, vigilante del colegio Cristóbal Rugama, de Masaya.
Ayer por la tarde LA PRENSA buscó la versión del Ministro de Educación, Miguel De Castilla, pero éste no respondió su teléfono celular.
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