MÉXICO/EFE
Más de 10 mil iglesias evangélicas de México rechazaron hoy las leyes aprobadas en la capital mexicana que permitirán a personas del mismo sexo contraer matrimonio y adoptar niños en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales a partir de marzo próximo.
A través de un “Manifiesto”, dirigido a los medios de comunicación en el portal informativo del Arzobispado de México, el comité de enlace de Iglesias Cristianas Pastores Unidos por México (PUM) expresó “su total rechazo a las posturas arbitrarias de grupos homosexuales que defienden el supuesto derecho para adoptar niños en uniones lésbico-gay”.
“Nuestro rechazo se basa en la defensa de los valores y principios cristianos que definen al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y la exigencia de incontables familias que demandan la formación de nuestros hijos bajo normas doctrinales cristianas”, sostiene el documento firmado por el pastor evangélico Eduardo Rangel.
El PUM recordó a los legisladores locales del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), fuerza política que gobierna en Ciudad de México y que aprobó la iniciativa que beneficia a los homosexuales, “que más del 95% de la población mexicana es creyente cristocéntrica”.
La misiva, firmada además por representantes de alianzas de pastores evangélicos en los estados mexicanos de Puebla, Coahuila, Sonora, Estado de México y la ciudad de Puerto Vallarta (Jalisco), señala que el PUM reprueba “todo aquello que mancha la vida e imagen sana de la familia mexicana”.
Los religiosos cristianos lamentaron “que algunas agrupaciones políticas en medio de su ignorancia de valores y principios, den rienda suelta a su libertinaje ideológico”.
Por su parte, la Comisión Juvenil de Enlace Cristiano (CJEC), señaló en otro comunicado que los jóvenes cristianos de México se oponen “rotundamente a las prácticas que arriesguen los principios fundamentales que sostienen a nuestra sociedad, comenzando por lo más valioso: la familia”.
La presidenta de la CJEC, Karen Paola Rangel, precisó en la nota que “aceptar la unión matrimonial entre homosexuales implica reconocer y solapar la deformación de la familia y aceptar que les sea permitido adoptar niños, arriesga a las próximas generaciones a alejarse más de las normas que hasta hoy han permitido la procreación natural de la humanidad”.