Unos 200 trabajadores operadores y vigilantes de pozos de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), que desde el año pasado han estado denunciando violaciones a sus derechos, negaron ayer que los sindicatos hayan firmado acuerdos con las autoridades de la empresa aguadora, y más bien señalaron que su lucha sigue firme hasta lograr verdaderos acuerdos, que les garanticen la estabilidad laboral y el pago de sus prestaciones.
Sindicalistas de unas 36 federaciones se presentaron ayer en las instalaciones del Ministerio del Trabajo (Mitrab), donde introdujeron ante la Inspectoría de Sector Servicio una denuncia en contra de la presidenta ejecutiva de Enacal, Ruth Selma Herrera, a quien acusan de violentar los derechos laborales de los trabajadores operadores de pozos, establecidos en el convenio colectivo.
TURBIA NEGOCIACIÓN
Gerardo Gallo, dirigente sindical, señaló que el 2 de enero del 2010 las autoridades de Enacal se reunieron únicamente con dos organizaciones sindicales para firmar un acuerdo y así terminar con el conflicto laboral.
“Ellos se reunieron ese día a espaldas de la mayoría de sindicatos. Se negoció un acuerdo que desconocemos, porque no tiene ningún valor representativo de los trabajadores”, especificó.
Róger Barrantes, asesor legal de los sindicatos adscritos a la Central Sandinista de Trabajadores, José Benito Escobar (CST-JBE), explicó que los trabajadores están demandando a las autoridades del Mitrab abrir un proceso de negociaciones con más de 36 federaciones sindicales, para lograr verdaderos acuerdos de beneficio para todos los obreros.
“Hay serias violaciones del convenio colectivo, donde se quiere dejar sin pago de horas extras y otros beneficios a los operadores de pozos. Recientemente hubo una firma de acuerdos con dos sindicatos, pero esos resultados no son satisfactorios, porque no garantizan nada a favor de los trabajadores”, afirmó.
EL ACUERDO
El acuerdo firmado establece el pago de horas extras, subsidio alimenticio, transporte y antigüedad para los operadores calificados primarios, secundarios y motorizados, garantizando un ingreso salarial de siete mil 920 córdobas mensuales.
Asimismo, garantiza el pago de las mismas prestaciones, para los operadores de pozos y guardas de seguridad, los cuales devengarán un salario de siete mil 26 córdobas con 58 centavos mensuales.
Gustavo Jiménez Guerrero, secretario general del sindicato Rufino Rodríguez, quien firmó el acuerdo con las autoridades de Enacal, dijo ayer que la propuesta es inconsistente y contradictoria, por lo que no lo reconocen.
“Nos apresuramos a firmar porque no estaba la mayoría de los sindicatos. Se plantea el pago de horas extras, pero éstas no son fijas. Asimismo, el pago de transporte y alimentación no se hará en todas las situaciones y eso es una trampa que descubrimos”, apuntó el sindicalista.
“Espero que la gente mantenga el voto de confianza que me han dado, porque creo que la administración y situación de iliquidez de la empresa se puede resolver sin necesidad de recurrir a despidos o aumentos de tarifas”.
Ruth Herrera año 2007.
“No podemos sangrar las finanzas de la empresa. Hay que hacer números, porque Enacal no está obligada a pagar horas extras”.
Ruth Herrera, año 2009.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 A