TOMADO DE EL UNIVERSAL
CARACAS, VENEZUELA
El racionamiento del suministro eléctrico en centros comerciales, salas de bingo y casinos, despierta preocupación en el sector privado de la economía de Venezuela. Llamados, críticas y propuestas han tenido eco en el seno de Fedecámaras, que ve este asunto como el problema más grave donde se ha notado la ineficacia del gobierno de Hugo Chávez.
Guillermo Ovalles, presidente de la comisión de Energía Eléctrica de Fedecámaras, señaló que desde hace tiempo se viene alertando sobre la situación, sin embargo se había hecho caso omiso.
Aseguró que el consumo de los centros comerciales es bajo si se compara con lo que necesita el país, además dijo que con dichas medidas se está perjudicando a una gran cantidad de personas que quedarán en las calles innecesariamente.
Para Ovalles, si no se toman medidas urgentes, y las lluvias no llegan, en abril no sólo será necesario cerrar los centros comerciales sino que el Gobierno tendrá que radicalizar las medidas en todo el país. No descarta la paralización de empresas para ahorrar energías.
SIN INVERSIÓN NI MANTENIMIENTO
Lo importante, según Fedecámaras, es buscar el fondo del problema. El presidente de la comisión de Energía Eléctrica pidió dar con los responsables de la situación. “Aquí deberían ser penalizados los directivos que por negligencia dejaron de hacer los mantenimientos e inversiones”, expresó.
“Hemos tenido reuniones con la Cámara de Comerciantes, con los gremios de trabajadores, con los usuarios fundamentalmente que hacen vida en esos centros comerciales y hemos determinado que es una medida contraria a los designios de la Constitución que se llama calidad de vida”, dijo Parili en rueda de prensa.
Indicó que muchos de los comercios que laboran dentro de los centros comerciales “tienen que cerrar sus puertas definitivamente porque no pueden seguir operando”.
Explicó que los centros comerciales “son el área de esparcimiento de los venezolanos” porque acciones como “caminar, salir, en otros países se hace en las plazas públicas, en las calles; sencillamente la diferencia está es que en esos países no hay inseguridad”.
“Aquí en Venezuela hay inseguridad y todos debemos acudir a estos espacios, a esas ciudades virtuales a buscar ese nicho de tranquilidad y de seguridad para tener lo que cualquier ser humano requiere, caminar y tener un momento de esparcimiento”, expresó.
Destacó que la medida no soluciona el tema eléctrico porque el ahorro “es insignificante” en relación con la necesidad de generación de electricidad que hay en el país. “Creemos que la medida no es un paliativo que solucionará el tema eléctrico pero sí va a causar enormes molestias”.
Hizo un llamado al Gobierno a “recapacitar, pensar en el bien colectivo y en el pueblo venezolano porque estas medidas que, parecieran ir contra del capitalismo y el consumismo, van en contra de los derechos ciudadanos”.
ALICIA DE LA ROSA
TOMADO DE EL UNIVERSAL
CARACAS, VENEZUELA
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Insistió en el cambio del huso horario, propuesta que viene realizando la cúpula empresarial desde hace cinco meses. “Más que cerrar los centros comerciales, nosotros deberíamos evitar que éstos encendieran las luces más temprano”, argumentó. Según dijo, desde que se cambió el huso horario se han consumido más de tres metros de la cota del nivel del Guri, lo que significa un mes de energía para todo el país.
Además, planteó la instalación de barcazas generadoras de energía en la zona costera del país, que puedan generar 100 megavatios cada una.
Por otra parte, Ovalles ve con buenos ojos la paralización de los equipos en las empresas básicas, pero llamó a conocer la situación de los trabajadores y de quienes suministran bienes y equipos a las empresas.
NUEVE MESES DE RECESIÓN
El incremento del precio del petróleo aumenta el poder de gasto del Gobierno y la posibilidad de reanimar la economía, sumergida en recesión con tres trimestres consecutivos de retroceso y un desplome anual de 2.9 por ciento, no obstante, la restricción eléctrica añade un nuevo obstáculo a dos sectores clave para el empleo y la producción de bienes y servicios.
Los recortes de energía impactan principalmente a la industria y el comercio, dos áreas que al cierre de 2009 aportaron 25.3 por ciento del PIB y generaron 35.2 por ciento del total de los puestos de trabajo.
El Gobierno ha emitido un decreto que obliga a los centros comerciales a operar entre las 11 de la mañana y las nueve de la noche, mientras que las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana clausuran hornos y celdas para ahorrar energía eléctrica.
Empresas ubicadas en estados que sufren continuas fallas eléctricas también padecen las consecuencias y recurren a la compra de plantas generadoras.
La inamovilidad laboral y las trabas que tendrían los empresarios para tramitar despidos a través de las inspectorías del Trabajo protegen a quienes ya tienen empleo, pero el cuadro actual complica la posibilidad de que estos dos sectores aumenten la nómina en el mediano plazo.
¿Cuál puede ser el impacto en el PIB del primer trimestre de este año? José Guerra, ex gerente de Investigación Económica del BCV, explica que “si tomamos en cuenta el peso de la industria manufacturera y el comercio en la economía, tenemos que si estos sectores caen uno por ciento cada uno, el PIB total sufriría un nuevo desplome de 0.25 por ciento en el primer trimestre de 2010”.
La economía registró un retroceso de 2.5 por ciento en el segundo trimestre de 2009, un declive de 4.5 por ciento en el tercer trimestre y las cifras iniciales del Banco Central apuntan a un descenso de 4.6 por ciento en el cuarto trimestre.
INDUSTRIA EN DECLIVE
La posibilidad de que la industria y el comercio no tiendan a la baja luce estrecha. La industria inicia este año tras un declive en 2009 de 7.2 por ciento en la producción, arrastrada por la falta de inversión de la empresa privada, trabas para adquirir divisas y la sobrevaluación de la moneda, que alienta el ingreso de importaciones baratas.
Al mismo tiempo, el comercio sufrió un desplome de 8.2 por ciento en las ventas, arrastrado por la pérdida de brillo del consumo.
José Guerra indica que “al analizar la composición del PIB se observa que si la industria y el comercio continúan en descenso lo único que puede evitar una nueva caída de la economía en el primer trimestre de este año es un aumento sustancial de la producción petrolera”.
OTRAS EXPORTACIONES MAL
Si PDVSA (la petrolera estatal) comienza a extraer una cantidad mayor de barriles de petróleo necesitará de insumos y ayudará a elevar la actividad en un número importante de empresas.
Sin embargo, la producción de Venezuela está limitada por las cuotas de la OPEP y, de acuerdo con analistas, PDVSA enfrenta problemas de gestión.
El sector petrolero representa 11.6 por ciento del PIB y el año pasado registró una caída de 6.1 por ciento que el Banco Central explica únicamente como consecuencia de “los recortes de producción implementados por la OPEP”.
El declive de la producción industrial recorta las exportaciones no petroleras e incrementa la dependencia que tiene el país del precio del barril.
En 2009, las exportaciones no asociadas al petróleo se ubican en 3 mil 326 millones de dólares, una cifra que se traduce en el peor desempeño de los últimos 13 años, incluso considerando la crisis política y económica de 2002 y 2003.
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