BOGOTÁ/EFE
David Murcia Guzmán, “cerebro” de la pirámide financiera DMG, que estafó a miles de colombianos y causó una crisis social en 2008, fue extraditado ayer a Estados Unidos para ser juzgado por lavado de activos a favor de narcotraficantes.
Murcia fue entregado a las autoridades de Estados Unidos en medio de un riguroso operativo de seguridad, que incluyó más de un centenar de hombres fuertemente armados.
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“Él tendrá que responder ante una Corte de Nueva York, básicamente por lavado de activos, ya hay una condena en Colombia y nosotros lo que estamos garantizando es que comparezca ante las autoridades estadounidenses”, dijo el director de la policía judicial (Dijín), general Luis Gilberto Ramírez.
La Corte de Nueva York acusa a Murcia de mover varios millones de dólares, que al parecer eran de narcotraficantes, a través de más de 18 cuentas bancarias y de adquirir nueve propiedades en Miami y una en California para ocultar ganancias ilícitas.
El operativo de extradición empezó de madrugada, cuando el polémico empresario fue sacado en helicóptero de una cárcel en el sur de Bogotá y llevado hasta una base aérea militar, en el oeste de la capital colombiana.
Esposado y con chaleco antibalas, Murcia Guzmán, cabeza de la mayor “pirámide” financiera creada en Colombia, descendió del helicóptero y sonrió a los periodistas.
Después de ser sometido a los exámenes médicos de rigor y hacer los trámites del caso, Murcia embarcó en un avión de la DEA, que partió hacia Miami.
Aydeé Trujillo, una de sus abogadas, señaló a los periodistas que el acusado seguirá colaborando desde EE.UU. con la justicia colombiana, que tiene abiertos varios procesos contra dirigentes políticos que habrían tenido vínculos con su empresa.
Un juez colombiano condenó en diciembre pasado a más de 30 años de cárcel a Murcia, un antiguo vendedor ambulante que amasó una enorme fortuna por captación ilegal de dinero a través de la empresa DMG, que tuvo también “sucursales” en Panamá, Venezuela y Ecuador.
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