Las negociaciones que sostuvieron ayer los sindicatos de trabajadores de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) y las autoridades de la empresa aguadora, donde se pretendía firmar acuerdos que garantizarían el pago de prestaciones sociales y estabilidad laboral de los operadores de pozos y vigilantes, no arrojaron ningún fruto.
- Hugo Zepeda, director financiero en Enacal, criticó el actuar de la inspectora del Trabajo, Ivett Áreas Cardoza, y dijo que su proceder era parcial, por querer imponer en la negociación un convenio colectivo no vigente.
Zepeda reconoció que se había avanzado en varios puntos que llamó “no tan importantes”, pero añadió que los sindicatos desconocieron un recurso de amparo interpuesto en la Corte Suprema de Justicia, referido a la vigencia del convenio colectivo y la jornada laboral de trabajo. “Hace dos años se recurrió de amparo por la vigencia del convenio colectivo y la Corte para nada se ha pronunciado”, insistió.
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La sesión de conversaciones se rompió luego de que la comisión negociadora de Enacal, encabezada por Hugo Zepeda, director financiero, desconociera totalmente el convenio colectivo vigente, el cual es reconocido por el mismo Ministerio del Trabajo (Mitrab).
La reunión, que inició en las instalaciones del Mitrab a eso de las 9:00 a.m. y finalizó a las 6:00 p.m. de ayer, terminó en amenazas de huelga de parte de los trabajadores operadores de pozos y vigilantes.
Los sindicalistas reclamaron en todo momento la vigencia del convenio colectivo, firmado desde el año 2005 y ratificado en el año 2007. Éste también fue declarado vigente por la inspectora departamental del Trabajo, Ivett Áreas Cardoza, quien firmó una resolución donde reconoce nueve puntos, referidos a las violaciones de los derechos de los empleados de Enacal.
LA PRENSA consultó sobre el tema a Áreas Cardoza, pero manifestó que no estaba autorizada a brindar declaraciones oficiales.
LAS ARBITRARIEDADES
El acta reconoce como faltas la inestabilidad laboral de los operadores de pozos y vigilantes, a quienes se les quiere trasladar a Emprosa, empresa creada por decreto presidencial y administrada por Enacal. La imposición de un convenio colectivo que no está registrado en el Mitrab e imposición de un reglamento interno sin la debida autorización.
Asimismo, deducciones salariales de forma ilegal y violaciones a la jornada laboral. Despidos basados en el Artículo 45 del Código del Trabajo, sin que primero se analicen los casos de acuerdo a lo establecido en el convenio colectivo vigente.
Violaciones a la normativa de higiene y seguridad y el no pago de subsidios por enfermedades.
LAS TRABAS
Los sindicalistas criticaron la ausencia de Ruth Selma Herrera, presidenta ejecutiva de Enacal, y señalaron que su representante en las negociaciones, Hugo Zepeda, en todo momento se negó a firmar acuerdos.
Gerardo Gallo, dirigente del sindicato Ché Guevara, manifestó que la base para que las negociaciones tengan avances, es que las autoridades de Enacal reconozcan la vigencia del convenio colectivo.
“Hubo avances importantes en los puntos de agenda. Estamos hablando de la entrega de uniformes, la estabilidad laboral y subsidio médico que no se pagaba, cuando Hugo Zepeda desistió y señaló que el único convenio que reconocen es el elaborado por Enacal, pero que no es reconocido por el Mitrab”, afirmó el sindicalista.
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