CARACAS/ CABLES COMBINADOS
Caracas tendrá racionamientos eléctricos programados de cuatro horas al día por decisión del Gobierno , que intenta frenar así una crisis energética provocada por la sequía y por un sistema colapsado.
“Para la gran Caracas se han definido seis bloques, vamos a aplicar racionamientos máximos de cuatro horas”, explicó Javier Alvarado, presidente de la estatal Electricidad de Caracas, en rueda de prensa.
El racionamiento se aplicará por zonas una vez cada dos días y en horarios diferentes del día y la noche. Los cortes se extenderán en principio hasta mayo, cuando se espera comience la temporada de lluvias en Venezuela.
Un 70 por ciento de la electricidad que consume Venezuela depende de un solo embalse, el Guri (sur), que bajó nueve metros con respecto a su nivel normal, según las autoridades. “Estamos tratando de evitar que el Guri a finales de febrero nos lleve a una situación bien crítica. Un apagado general del país”, dijo el ministro para la Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez.
Si se aplican de manera correcta las medidas de ahorro de energía, el país podrá superar el período de sequía, que se prevé de cinco meses, hasta que llegue la temporada de lluvias y vuelva a llenarse el embalse, según añadió.
El pasado viernes, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció que los funcionarios públicos trabajarían sólo cinco horas diarias, de las 8:00 a las 13:00 horas locales, para ayudar al ahorro eléctrico.
“Sólo en Caracas lograremos ahorrar cerca de 187 megavatios; ésta es una de las varias medidas que hemos aprobado” para afrontar la crisis, entre ellas la creación de “un incentivo” a las familias que disminuyan su consumo eléctrico, que en algunos casos llegaría a la condonación de buena parte de la factura mensual, aseguró.
“Aquéllos que bajen el consumo en un porcentaje significativo les eliminaremos buena parte de la tarifa” eléctrica, dijo tras reiterar que un “consumo irresponsable”, una sequía y otros factores han colocado en “zona de alarma” la generación hidroeléctrica.
Las centrales hidroeléctricas que abastecen casi el 90 por ciento del consumo nacional venezolano funcionan con las aguas del río Caroní, en el estado Bolívar (sureste), cuyas represas registran casi diez metros por debajo de sus niveles normales.
La Administración de Chávez ha ordenado a industrias pesadas y ligeras, centros o locales comerciales y centros residenciales que elaboren un plan obligatorio de reducción del consumo, al menos de un 20 por ciento en relación con cada mes del año anterior.
La oposición venezolana afirma que la crisis eléctrica es una muestra de la ineficacia del Gobierno, que en 11 años no ha llevado a cabo —en su opinión— los planes e inversiones necesarios en el sector, lo que Chávez admitió parcialmente, si bien insistió en la incidencia de la sequía y del “derroche capitalista”.
Desde el pasado mes de noviembre, el Gobierno ha puesto asimismo en marcha planes de racionamiento de agua en la capital venezolana.
OTRO FACTOR DE CRISIS
Las nuevas medidas respecto al suministro eléctrico se suman a la devaluación de la moneda nacional que entró en vigor este lunes con una doble paridad, según los sectores, de 2.60 bolívares y de 4.30 bolívares con respecto al dólar.
La medida económica ha generado una gran incertidumbre en la ciudadanía y en los comercios.
El Gobierno de Venezuela cerró el lunes 70 comercios, incluido un hipermercado en Caracas del grupo Éxito, de capital colombiano y francés, aduciendo “irregularidades” en los precios, supuestamente incrementados tras el anuncio de la devaluación.
La militarizada Guardia Nacional tomó las instalaciones del almacén de Éxito después de que los organismos públicos para la defensa del consumidor (Indepabis) y de recaudación tributaria (Seniat) dispusieran su cierre por 24 horas.
La cadena colombiana, cuyo accionista mayoritario es el grupo francés Casino, tiene grandes tiendas en varias ciudades de Venezuela en las que se venden desde alimentos hasta electrodomésticos.
En total, el lunes fueron “sancionados con medida de cierre” 70 negocios de ventas de alimentos o repuestos para vehículos, entre otros, por cambios de precios en los productos y “especulación”, informó la agencia oficial de noticias ABN.
Pese a la devaluación el presidente venezolano Hugo Chávez negó que exista justificación para incrementar los precios y amenazó con “recuperar” los negocios de los comerciantes que los suban de forma abusiva.
Mientras el partido opositor venezolano Copei reclamó ayer al Gobierno un debate público “abierto y transparente” que permita discutir sobre los problemas que afectan a los venezolanos, como la reciente devaluación de la moneda nacional.
El presidente del partido, Luis Ignacio Planas, dijo que había remitido ayer por la mañana una carta al Palacio de Miraflores en la que el Copei pide un debate sobre los problemas que “se han ido agravando estos últimos años del Gobierno de (Hugo) Chávez”.
CINCO TEMAS
La propuesta contempla un debate en torno a cinco temas referentes a la situación social del país, la crisis energética, la calidad de vida de los venezolanos, el estado de la democracia y la situación económica del país, explicó el dirigente opositor en declaraciones a Globovisión.
“Queremos hablar sobre los temores que tenemos, en una situación que se ha venido agravando”, sentenció Planas.
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