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“Zona cero” de Tegucigalpa recupera normalidad tras partida de Zelaya

Unos soldados barren la acera, mientras un camión grúa de la Policía retira unas tarimas telescópicas usadas para vigilar el interior de la embajada de Brasil: la "Zona Cero" de Tegucigalpa recuperaba este jueves la normalidad, tras la salida del ex presidente Manuel Zelaya.

Por Francisco Jara

TEGUCIGALP/AAFP


Unos soldados barren la acera, mientras un camión grúa de la Policía retira unas tarimas telescópicas usadas para vigilar el interior de la embajada de Brasil: la “Zona Cero” de Tegucigalpa recuperaba este jueves la normalidad, tras la salida del ex presidente Manuel Zelaya.

La segunda calle del barrio Palmira, en la zona central de la capital de Honduras, permaneció sitiada por militares y policías durante más de cuatro meses, luego de que Zelaya se refugiara en la embajada de Brasil, lo que alteró la vida de vecinos y comerciantes.

Los uniformados limpiaban y despejaban afanosamente este jueves el lugar, denominado “Zona Cero”, luego de que Zelaya viajara a República Dominicana ayer, iniciando un segundo exilio junto a su esposa Xiomara Castro y sus dos hijos menores.

“Ya se está normalizando todo”, dice a la AFP Belinda de Jesús Espinal, empleada doméstica en una casa frente a la legación brasileña.

Recuerda que en los primeros días del sitio a la embajada, que Zelaya llegó a calificar como una “cárcel”, ella debía presentar su cédula de identidad a los oficiales cada vez que cruzaba las barreras militares.

“Me ponía triste por Mel (Zelaya). Daba tristeza verlo encerrado”, explica la mujer. “Ya no vamos a volver a ver a Mel, aunque yo creo que va a regresar” al país, agrega.

Los uniformados colocaron postes con potentes focos de luz para mantener iluminado el interior de la embajada durante las noches, lo que impedía dormir al ex mandatario, su esposa, sus seguidores y un puñado de periodistas –entre ellos el fotógrafo Orlando Sierra de la AFP– que acompañaron a Zelaya en su encierro.

También instalaron unas tarimas telescópicas que permitían a los militares vigilar desde la altura lo que ocurría dentro de los muros blancos de la legación brasileña, que tiene un enorme portón metálico de color verde.

Los vecinos no sólo sufrieron molestias por el cierre de la calle, sino también perjuicios por las consignas que pintaron en las fachadas de sus casas los partidarios del presidente derrocado en el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, horas antes de que la embajada fuera sitiada.

“Voy a tener que pintar” la fachada, dijo un vecino de la legación, quien sólo se identificó como Antonio.

Los militares, que dormían en camionetas y utilizaban un sitio vacío como comedor, retiraban este jueves sus pertenencias personales e institucionales.

“No pudimos quitarnos ayer (miércoles) porque no había chance, pero ya no hay ninguna razón para seguir aquí”, explica a la AFP el comisionado policial Danilo Orellana, mientras una patrulla de soldados barre la acera del frente.

“Estábamos aquí porque pendía una orden de captura contra dos personas”, Zelaya y su asesor Rasel Tomé (quien también viajó a Santo Domingo), agrega.

El cierre de la “Zona Cero” no sólo afectó a los vecinos, sino también a comerciantes formales y ambulantes.

“Ahora pude volver a vender aquí”, expresa a la AFP Lucila Emelinda Argueta, una vendedora ambulante que carga sobre su cabeza una bandeja plástica con vasos de arroz con leche, que vende a siete lempiras (37 centavos de dólar) cada uno.

“Perdí clientes, pero (ahora) los estoy recuperando”, agrega con alivio.

Internacionales Honduras Lobo Micheletti Zelaya archivo

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