El secretario de relaciones internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Jacinto Suárez, descartó ayer a LA PRENSA que el Gobierno tenga alguna reacción o tome alguna medida en contra de los representantes de la Internacional Liberal (IL), que este jueves concluyeron su visita más reciente al país, con nuevas y fuertes críticas en contra del autoritarismo del presidente Daniel Ortega.
El secretario general de la IL, Emil Kirjas, llamó corrupto y criminal a Ortega, a quien también acusó de realizar acciones ilegales que atentan contra la Constitución de Nicaragua.
Hasta el cierre de esta edición, la Cancillería de la República no había respondido oficialmente a las críticas que emitió la IL, ni a las llamadas que realizó LA PRENSA.
En noviembre del año pasado, cuando el eurodiputado holandés y presidente de la IL, Johannes van Baalen, criticó al Gobierno de Ortega, el vicecanciller Manuel Coronel Kautz y el mismo mandatario no perdieron tiempo en calificarlo como “injerencista” y hasta lo responsabilizaron por querer reeditar un supuesto golpe de Estado, como el ocurrido en Honduras en 2009.
Suárez opinó que en ese momento “se determinó (a la IL) porque andaban haciendo el juego de golpe de Estado, pero fuera de eso son insignificantes en términos políticos”.
“Eso es lo que ellos quieren, que los corran, que los insulten. Pero ellos son cualquier cosa, nadie los determina en nada, que se vayan después del escándalo que hicieron, que se vayan, para eso es el escándalo que hicieron, para que los determinen”, criticó Suárez.
El también diputado sandinista y presidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen) insistió en que los representantes de la IL “por cuenta quieren que los escuchen, que el Presidente se ocupe de ellos”, pero cree que “eso es darles una estatura que no se merecen”.
Reiteradamente, Suárez se refirió a la Internacional Liberal como “una manada de enanos que no es mayormente representativa en nada”.
Sin embargo, a la IL está afiliado el Partido Europeo Liberal Demócrata Reformista, que tiene una numerosa bancada en el Parlamento Europeo, y tiene más de setenta partidos como miembros plenos a nivel mundial y otras decenas como observadores. Igualmente uno de sus miembros, el Liberal Demócrata, en Alemania, gobierna aliado en ese país, que es la principal economía europea.
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