Los nombres menos conocidos tal vez son los que dicen más. Johnny Tórrez Aguilar y Noel Escobar, propuestos por el presidente Daniel Ortega para magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE), pertenecieron al Ejército Popular Sandinista (EPS) y a la guerrilla de los años setenta, cuando el destino de Nicaragua estaba en manos de Anastasio Somoza.
El adiestramiento militar ha sido parte central en la existencia de ambos candidatos, de acuerdo con las hojas de vida que entregaron a una Comisión Especial Constitucional del parlamento.
Tórrez cuenta con seis medallas del EPS y alcanzó el grado de Mayor. Escobar se integró a la guerrilla sandinista a los 18 años. Trabajó como colaborador, correo y recolector de cotizaciones.
LA VIDA DE TÓRREZ
Tórrez es en la actualidad presidente del Consejo Electoral Municipal de Managua. Repuso a Primitivo Rodríguez.
Oriundo de León, Tórrez aparece en su cédula de identidad con cara ancha, nariz un poco ñata, moreno, amplio bigote y cabellera negra.
Llevó cursos militares en Cuba, Panamá y San Antonio, Texas.
En la Escuela Nacional de Aviación se adiestró como piloto de avión T-41, copiloto de MI-17 y en paracaidismo, según su hoja de vida, a la cual tuvo acceso LA PRENSA.
Dentro de sus condecoraciones, Tórrez tiene las medallas Fundador del EPS (1985), Camilo Ortega Saavedra en sus tres categorías (oro, plata y bronce), Quinto Aniversario de la Revolución, Décimo Aniversario de la Revolución, Décimo Aniversario Octubre Victorioso e Hilario Sánchez en sus tres categorías (oro, plata y bronce).
LA VIDA UNIVERSITARIA
En su vida académica universitaria, Tórrez refleja inestabilidad.
Alcanzó tercer año de administración de empresas en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudió entre 1975 y 1978.
Se graduó como licenciado en administración de empresas de la Universidad Hispanoamericana y culminó primer año de derecho en la Universidad Centroamericana.
- El coordinador de la bancada del FSLN en el parlamento, Edwin Castro, minimizó ayer las críticas en contra de Roberto Rivas, diciendo que es una parte minoritaria de las organizaciones civiles las que se oponen a la reelección del actual presidente del CSE.
Por su parte el presidente de la Comisión de Justicia, el liberal José Pallais, manifestó que de no llegarse a un consenso en la elección de los funcionarios, la Asamblea Nacional podría abrir una nueva convocatoria, para recepcionar nuevos candidatos.
Una posibilidad es que si no se llega al consenso de 56 votos, la junta directiva y el plenario pueden decidir una nueva convocatoria, ante un eventual fracaso de estar votando y que nadie obtenga los 56 votos, afirmó Pallais. El presidente Daniel Ortega busca la reelección de siete magistrados del CSE.
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Antes de llegar al CSE, Tórrez fungió como gerente de la empresa Café Agropecuaria San Antonio (1992-1996), Arroz Agropecuaria Santiago (1996-2000) y como delegado del Distrito Cinco de Managua (2001-2005).
LA VIDA DE ESCOBAR
La otra “cara fresca” que introdujo el presidente Ortega es la de Noel Escobar, quien en su cédula de identidad luce saco y corbata, ojos saltones protegidos por lentes y una amplia frente.
Al final de la guerra de los años setenta, Escobar era jefe del Estado Mayor de la insurrección en Carazo.
Licenciado en derecho en la Universidad Autónoma de Nicaragua, Escobar estuvo desde su juventud en la guerrilla, donde se codeó con Omar Cabezas, Bayardo Arce y Antenor Rosales, actuales dirigentes del FSLN.
Escobar, actualmente presidente del CSE en Matagalpa, pasó de estudiar su primaria en el colegio Dulce nombre de Jesús a pertenecer al Frente Estudiantil Revolucionario (FER) en León.
LOS INICIADORES
Omar Cabezas, cuenta Escobar en su hoja de vida, le orientó integrarse públicamente al FER.
Poco después, era miembro de célula del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y coordinador obrero-campesino-estudiantil en León, que estaba bajo la responsabilidad directa de Iván Montenegro.
Entre 1974 y 1976 estuvo en coordinación con “los compañeros clandestinos” Montenegro, Javier Carrión y Sinforoso Bravo.
Escobar declaró ante la Corte Militar, en calidad de testigo, después del operativo en la casa de José María Castillo.
Pedro Arauz Palacios lo movió de León a Managua, para integrarlo al comité ejecutivo del FER, con Antenor Rosales. Escobar tomó el mando de ese comité luego de que Rosales fuese capturado, añade su hoja de vida.
Finalmente, Escobar estuvo bajo las órdenes (1977) de Bayardo Arce y William Ramírez en las labores clandestinas urbanas en Managua y Carazo.
LA VIDA EN EL GOBIERNO
Para los años ochenta, cuando el FSLN llegó al poder por primera vez, Escobar fue secretario político en Zelaya sur, miembro de la asamblea sandinista y militante de segunda promoción.
Entre 1982 y 1983, Escobar también estuvo en el órgano de dirección de la Juventud Sandinista y luego fue miembro del consejo regional de defensa y seguridad en la Región VI, el cual era coordinado por Juan José Úbeda.
OTRO NO A RIVAS
Pero ni Tórrez ni Escobar han llamado la atención de los políticos hasta ahora.
Roberto Rivas, el actual presidente del CSE y propuesto por el presidente Ortega para un nuevo período de cinco años, es quien sigue robando la mayor cantidad de comentarios.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, indicó que la cúpula empresarial no avala la reelección de Rivas, porque “no tenemos un árbitro creíble en este momento en el Consejo Supremo Electoral. Hay que buscar un árbitro creíble, hay que fortalecer la democracia, y eso se fortalece teniendo a las personas idóneas, profesionales, apartidarias”.
Mientras, el vicepresidente Jaime Morales Carazo dijo que prefería no pronunciarse sobre la reelección de Rivas, aunque reconoció que en las elecciones del 2008 le quedaron varias “lagunas”, incluso que no sabía hasta la fecha dónde está su voto.
MARENCO HABLA DE DISOLUCIÓN DEL PARLAMENTO
La elección de los 25 funcionarios públicos, cuyos períodos están por terminar en diferentes poderes e instituciones del Estado, podría derivar en dos situaciones: el consenso o una parálisis legislativa, advirtió ayer el ex Alcalde de Managua y antiguo operador político del FSLN, Dionisio Marenco.
Retomando experiencias europeas, Marenco dijo que podría “ser prudente” que el Presidente de la República disuelva al Poder Legislativo (aunque no lo contempla la Constitución), con el propósito de evitar un estancamiento, producto de la crisis provocada por la falta de consenso.
Marenco aclaró que la medida se daría únicamente si existiera un CSE creíble, capaz de organizar un proceso transparente para elegir a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional.
Para el ex edil sandinista el decreto 03-2010, emitido por el presidente Ortega, “parece” que no es legal, pero también señaló que se puede argumentar que la ley faculta al mandatario nicaragüense a “que las cosas caminen”, por lo cual Ortega decidió prorrogar en sus cargos a 23 funcionarios.
Marenco, quien estuvo ayer en el programa Amcham TV , recordó que la Asamblea Nacional, donde se encuentra lo que se denomina “democracia parlamentaria”, es un proceso de constante negociación, a pesar del calificativo que se le quiera dar como “pacto, tratado, acuerdo”, y por ello sus representaciones deberán buscar opciones, para encontrar un punto de consenso, que logre destrabar cualquier crisis.
Para Marenco, la negociación es necesaria, porque caso contrario lo único que queda “es agarrar un garrote y agarrarnos a patadas en la calle, o a balazos”.
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