Josué Bravo
CORRESPONSAL/COSTA RICA
Los nicaragüenses viven de diversas maneras el proceso electoral que mañana domingo se podrá elegir a un nuevo presidente en Costa Rica o forzar una segunda ronda para el 4 de abril.
Cerca de 21 mil naturalizados están aptos para votar, una pequeña cantidad participa en la logística de su partido y la mayoría desea que el próximo gobierno pueda implementar acciones migratorias flexibles.
Según el último informe del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), 20 mil 986 nicaragüenses naturalizados están inscritos en el padrón electoral, de un total 2 millones 822 mil 491 personas habilitadas para votar.
El politólogo Alberto Cortés explica que no hay estudios que revelen el comportamiento electoral de los nicaragüenses naturalizados, por lo cual considera que votan de acuerdo al contexto de su entorno donde vive, trabajan o hacen vida cotidiana.
Uno de los nicaragüenses naturalizados es José Castro, quien además de manifestar sus preferencias por el Partido Acción Ciudadana (PAC), cuyo candidato presidencial es Ottón Solís, trabajará activamente en la logística de este partido repartiendo publicidad fuera de las mesas electorales.
El presidente de Confederación Solidaridad – un organismo de ticos y nicas que trabaja en comunidades de este país-, Gerardo Sánchez; considera que aunque no voten la mayoría de nicaragüenses están pendientes de quien será el próximo presidente por cuestiones migratorias.
“Si bien es cierto que gane quien gane no va a cambiar en nada la nueva ley de migración (que entra en vigencia en marzo y castiga con multas económicas al que permanezca en condición migratoria irregular), están pendientes de quien puede ser más flexible en materia migratoria”, explicó.
“El proceso electoral a retrasado la reglamentación de esta ley, pero esperamos que el nuevo gobierno obligue a los patronos a que den seguridad social a sus empleados, que a la vez los sensibilice para que ayuden a sus trabajadores migrantes a legalizarse”, añadió.