Escritor
“La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”.
Camilo José Cela (1916-2002), escritor español.
PÉRDIDA IRREPARABLE
La Fundación Esquipulas para la Libertad, la Cultura y la Integración (FES) lamenta el sensible fallecimiento del escritor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, que sus sueños y restos descansen en paz. “Sólo quedan páginas, así que más te vale que echen humo” (Tomás Eloy Martínez)
Los miembros directivos, asociados y amigos de la Fundación Esquipulas, lamentamos la irreparable pérdida del escritor, periodista y humanista argentino Tomás Eloy Martínez, acaecida el pasado 31 de enero en su país natal.
Para el periodismo continental e ibérico, así como para la comunidad de escritores, lectores, familiares y amigos de don Eloy Martínez de la región en general, su muerte representa un momento de tristeza y dolor, dados sus dotes de hombre sensible ante las injusticias humanas, su proceder intelectual y su innata y extraordinaria capacidad creativa desarrollada en el periodismo y la literatura.
En Nicaragua, país en el que cultivó muchos lectores, más aún en sus célebres columnas dominicales publicadas en el Diario LA PRENSA, se le recordará y tendrá muy en alto su nombre.
Ariel Montoya
Presidente de la Fundación Esquipulas
PROHIBICIONES CONSTITUCIONALES
El honorable diputado Maximino Rodríguez no puede ser elegido como Magistrado del Poder Electoral, porque la Constitución de la República en el capítulo VI, artículo 171 inciso a), respecto a quienes no podrán ser magistrados del Consejo Supremo Electoral, dice lo siguiente:
Los que ejerzan cargos de elección popular o sean candidatos a alguno de ellos. Siendo el señor Maximino Rodríguez diputado, está inhibido para ser Magistrado del Consejo Supremo Electoral.
Es comprensible que así sea dado que un diputado representa a un partido político y el Consejo Supremo Electoral tiene que ser imparcial.
De la misma manera el presidente Ortega no puede optar a la reelección presidencial porque así está escrito en la Constitución de la República, en el capítulo III sobre el Poder Ejecutivo en el artículo 147 en lo que se refiere a quienes no podrán ser candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República en el inciso a) dice lo siguiente: El que ejerciere o hubiere ejercido con propiedad la Presidencia de la República en cualquier tiempo de período en que se efectúa la elección para el período siguiente, ni el que la hubiere ejercido por dos períodos presidenciales. Por consiguiente también en este caso la Constitución es muy clara.
Esto lo he aprendido teniendo en mis manos nuestra Carta Fundamental y así debiera de enseñarse a los niños y jóvenes de nuestro país para que aprendan a conocer y respetar las leyes que nos rigen y nos orientan y por ende a respetar y amar a nuestra Patria.
Hugo Palma-Ibarra
RENUNCIA DE ALEMÁN
La situación política, social y económica de Nicaragua es un reto que sacude las entrañas de la sociedad y especialmente el honor y la dignidad de hombre que nos consideramos herederos del valor y el patriotismo de Augusto C. Sandino.
Está demostrado hasta la saciedad que los políticos no son capaces de revertir el rumbo actual de la nación, y más bien lo que se observa es que cada quien busca el interés personal en vez de defender a nuestra querida Nicaragua.
En 1956 un hombre, Rigoberto López Pérez, cambió el rumbo de la nación y entregó su vida dejando un ejemplo heroico a la juventud nicaragüense.
En 2010 un solo hombre, Arnoldo Alemán Lacayo, sin disparar ningún tiro, también podría cambiar el rumbo de la nación, no como Presidente de la República sino como ciudadano que reconoce los enormes daños causados a Nicaragua, y renunciando a sus propósitos de sepultar al país una vez más.
Fernando A. Malespín Ferreti
ABRIR LOS OJOS
Quiero referirme al esclarecedor editorial del 3 de febrero pasado 2010 en que afirman que la amnistía “sería la única manera de librar a Montealegre y Alemán del chantaje político judicial del presidente Ortega” aunque no fuera propiamente “ortodoxa” y correcta. Como bien señala el ilustre prelado obispo auxiliar de Managua monseñor Báez haciéndose con la misma opinión que se trataría de “un mal menor” pero busca de un bien mayor que es el bien común según doctrina tradicional de la Iglesia católica. Ya es hora de que algunos abran sus ojos y comprendan de una vez por todas que el verdadero mal de la nación no procede de los liberales sino de los criminales que nos gobiernan empeñados en destruir sistemáticamente la nación porque los que se oponen a esta necesaria y conveniente amnistía política le hacen el juego a los sandinistas.
Carlos Chamorro Coronel
TEMOR A LA AMNISTÍA
Es increíble el temor que ha despertado en el oficialismo la iniciativa de ley de amnistía para Eduardo Montealegre y Arnoldo Alemán. Han lanzado una ofensiva para tratar de revertirla usando sus serviles medios de comunicación oficialistas y propios, propaganda visual en las calles de Managua pagadas con el dinero del pueblo y han querido involucrar a la comunidad internacional al tratar de explicar a los embajadores acreditados en el país la razón por la cual se oponen a ésta.
Sabe Daniel Ortega que aprobándose esa ley se le acaba el chantaje con el que ha mantenido doblegada a la oposición durante todo este tiempo y se le cae su sueño de reelegir a sus serviles en el CSE, en la CSJ, en la CGR y en las otras instituciones del Estado en las que se vence el período de sus directores.
La oposición a la aprobación de esta ley demuestra una vez más la doble moral de quienes dicen no recordar la ley de amnistía que ellos mismos promulgaron en 1990 para librarse de la justicia por los crímenes más espeluznantes que habían cometido contra la población, peores que los achacados a Alemán y a Montealegre. Aquella ley de amnistía aprobada por Ortega y sus diputados dejó exentos de la justicia a todos los sinvergüenzas que fueron beneficiados con la piñata, la que armó después de perder las elecciones de ese año. Pero la piñata es poca cosa comparada con los crímenes de lesa humanidad que practicaron contra la población en sus años de poder.
Y qué decir de la amnistía aprobada en 1993 para librar de toda culpa a Víctor Manuel Gallegos, “Pedrito el hondureño”, contratado por ellos mismos para desestabilizar el gobierno de doña Violeta Barrios mediante la toma de Estelí y el asalto de los bancos de la ciudad, acciones en las que murieron soldados y policías tratando de detener a estos maleantes. Gracias a esa amnistía “Pedrito” es ahora un próspero empresario camaronero y predicador arrepentido a quien no le da vergüenza aconsejar a las personas para que no anden por malos caminos.
Igual usan en su campaña contra la amnistía a personajes nefastos que no conocen el pudor y no aceptan que ellos en su momento han sido beneficiados por una especie de amnistía dictada por el sistema judicial corrupto que los ha librado de toda responsabilidad.
Es pues comprensible que se opongan a la actual iniciativa de ley que pretende quitarles de sus manos el arma con la cual han tenido apuntándole durante todo este tiempo a la sien del pueblo.
Francisco Javier Gutiérrez Lagos
PATRIMONIO DE DIRIAMBA
Gracias al aporte que hizo el profesor Patrick S. Werner, de documentos de hace 4 siglos que encontró en Guatemala sobre mi amada ciudad, Diriamba, los diriambinos nos sentimos orgullosos del historiador de Nicaragua, de origen norteamericano, que radica en la cuna del güegüense, porque con este descubrimiento le echa una pala de tierra a los informes del itinerante visitador obispo Morel de Santa Cruz, que afirma que en 1750 Diriamba era sólo un caserío de 49 chozas, con un poco mas de 300 habitantes.
Este documento patrimonial de Diriamba demuestra que para ese entonces esta ciudad tenía más de medio millar de habitantes, y un 25 por ciento más de casas de aborígenes.
Es importante que Diriamba haga un museo Antropológico, Cultural e Histórico. Esto sería una de las obras más grande que tenga nuestra ciudad. La Alcaldía puede solicitar en donación el terreno frente a la Basílica de la familia Lacayo Rappaccioli, y construir el museo. Allí tenemos bastante material, arqueológico, y documentos históricos.
Federico Mántica Selva
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
