VIENA/AFP
Filipinas fue el país más peligroso para los medios de comunicación en 2009 con 38 periodistas muertos, seguido por México (11 muertos) y Somalia (9), mientras en quinta posición quedaron empatados Pakistán, Colombia, Rusia y Honduras, según el informe anual del Instituto Internacional de la Prensa (IPI).
El año 2009 quedará como el que registró más periodistas muertos en la década, con una cifra de 110 decesos en el ejercicio de la profesión, el balance más alto desde 2000, agregó el IPI, con sede en Viena. Por su parte, Irán batió en el año el récord de periodistas encarcelados.
En el mes de noviembre solamente, el IPI registró más de 30 periodistas muertos en un atentado durante la campaña electoral local en el sur de Filipinas.
“Mientras que el paso a otro milenio fue acompañado de importantes progresos tecnológicos, en lo que se refiere a asesinatos deliberados de periodistas en el ejercicio de su labor, seguimos hundidos en la barbarie”, subrayó el autor del informe, Anthony Mills.
Según él, la década pasada reveló la nueva tendencia de tener como objetivo deliberado los periodistas en las zonas de conflicto, como Irak, Afganistán y Pakistán.
“Esto tuvo influencia en la manera de cubrir conflictos, con una tendencia a hacer coberturas mediáticas reducidas que limitan la posibilidad de comprender mejor acontecimientos complejos”, según el IPI.
En lo que respecta a Irán, que celebra este jueves el 31 aniversario de la revolución islámica, el IPI subrayó que en ese país en 2009 fue “donde más detenciones de periodistas hubo, con más de 100 reporteros y blogueros encarcelados luego de la cuestionada elección presidencial de junio” y la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad para un segundo mandato.
Y “al fin de año, decenas de periodistas seguían retenidos en las cárceles iraníes en espera de un proceso”.
El IPI acusa a Irán de censura por haber prohibido publicaciones y sitios internet, expulsado periodistas extranjeros, sin olvidar “los procesos no equitativos y la tortura”.
De manera general, el IPI consideró que en todo el Medio Oriente y en África del Norte “la impunidad de los que asesinaron, atacaron e intimidaron a periodistas sigue siendo una norma inaceptable” tras lo cual hace una serie de recomendaciones para poner fin a esa situación rápidamente.