PESHAWAR/AP
El líder del Talibán en Pakistán, Hakimula Mehsud, está muerto, afirmó ayer el principal funcionario civil de seguridad del país, en la primera confirmación categórica del Gobierno de la muerte del temido extremista.
La muerte de Mehsud debilitaría a la red insurgente vinculada con Al-Qaeda, pero no es probable que signifique su derrota total.
En una señal de que la amenaza persiste, un atacante suicida mató a 17 personas al detonar su carga junto a un vehículo en que viajaban policías tribales cerca de la frontera con Afganistán, informó una autoridad local.
Los rumores sobre la muerte de Mehsud han circulado durante semanas, luego que una serie de ataques estadounidenses con misiles golpearon su bastión en el noroeste del país a mediados de enero.
Se había dicho que Mehsud murió a causa de heridas sufridas en uno de esos ataques en Waziristán, en otra gran victoria para la campaña de ataques de la CIA, que mató al anterior jefe talibán apenas seis meses atrás.
El Talibán ha negado la muerte en reiteradas ocasiones, pero no cumplió un anuncio inicial de que probaría que Mehsud, de 28 años, seguía vivo.
En respuesta a una consulta de la AP, el ministro del Interior, Rehman Malik, escribió: “Sí, él está muerto”. Un alto funcionario de inteligencia confirmó la información por separado. Ninguno dio detalles sobre cómo ni cuándo murió Mehsud.
El oficial de inteligencia pidió no ser identificado, porque no estaba autorizado a hablar de manera oficial.
A fines de enero un líder tribal le dijo a la AP que había asistido al funeral de Mehsud en la zona de Mamuzai, en la región tribal de Orakzai, luego que el jefe talibán murió en casa de su familia política. Algunos informes periodísticos locales, que citaron a fuentes anónimas del Talibán, dijeron que Mehsud murió en una fecha posterior en la zona de Multan, en el centro del país, cuando iba a la sureña ciudad de Karachi en busca de tratamiento médico.
En los primeros días, luego de los ataques con misiles de mediados de enero, el Talibán divulgó dos grabaciones de audio que se cree eran de la voz de Mehsud, donde aseguró que estaba bien. Desde entonces, la insurgencia no brindó más pruebas de vida, lo que para los funcionarios estadounidenses reforzó la posibilidad de que sí estuviera muerto.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A