La lucha que mantiene la joven Fátima Hernández, por recibir justicia en su caso de violación, ya brinda frutos positivos.
Su presunto agresor sexual y ex compañero de labores en la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), Farinton Reyes Larios, fue puesto bajo prisión preventiva por la juez Sexto Distrito de lo Penal de Juicio de Managua, Ingrid Lazo, quien anuló el proceso luego de conocer que el juez que realizó la primera audiencia del caso asumió el juzgado de manera ilegal.
La juez Lazo mandó que todo el proceso empiece de nuevo en otra judicatura.
Reyes Larios, aunque fue enviado a juicio por la acusación de violación, gozaba de libertad porque el juez suplente Segundo Distrito de lo Penal de Audiencia de Managua, José Luis Araica, en audiencia inicial del 29 de enero de este año lo había dejado en libertad argumentando que las pruebas aportadas por la fiscal Odeth Leytón no eran contundentes y por lo tanto no ameritaba que al procesado se le impusiera la medida de prisión preventiva.
El abogado representante de la víctima, José Manuel Urbina Lara, solicitó en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) el acuerdo de los magistrados autorizando al juez Araica asumiera el Juzgado Segundo Distrito de lo Penal de Audiencia de Managua, en sustitución de la titular María Concepción Ugarte.
La Secretaría de la CSJ sorprendió contestando que no existe acuerdo de los magistrados autorizando a Araica como juez suplente los días 29 y 30 de enero de este año, y agregando que todo lo actuado por Araica en ambos días es completamente nulo.
La fiscal Leytón presentó ayer un incidente de nulidad de todo el proceso, por la ilegalidad conque actuó el juez Araica y la juez Lazo le dio lugar a la petición.
La juez Lazo también le impuso la prisión preventiva a Reyes Larios, por considerar que la violación es un delito grave, y que el juez Araica en su momento no actuó apegado a derecho porque este delito no admite otra medida que no sea la prisión preventiva.
La defensora, María Aguirre Vargas, le hizo ver a la juez Lazo que la fiscal Leytón sólo había pedido la anulación del proceso, y que a ella como judicial sólo le correspondía anular el juicio y mandar el expediente a la oficina de Recepción y Distribución de Causas y Escritos de los Juzgados (Ordice), para que se sortee y se asigne a un nuevo juzgado, al cual le correspondería dictar la nueva medida cautelar.
Pero la juez Lazo mantuvo la orden de prisión preventiva, y Reyes Larios fue conducido a las celdas de los Juzgados, de donde fue trasladado a la cárcel Modelo, de Tipitapa.
Xiomara Larios, madre del acusado Reyes Larios, sufrió una crisis de nervios y llanto, luego de ver cómo su hijo era llevado preso.
“SIEMPRE DEBIÓ SER ASÍ”
La víctima, Fátima Hernández, en medio del alboroto que se armó después de finalizada la audiencia especial, alcanzó a decir que se sentía satisfecha con el fallo de la juez Lazo, y que desde un inicio debió ser así.
Organizaciones de mujeres, como la Red de Mujeres contra la Violencia, apoyaron ayer a Hernández con pancartas y consignas en las afueras de los Juzgados.
Luego de la audiencia en que el juez Araica dejó libre a Reyes Larios, Hernández movió “cielo y tierra” en diferentes instituciones del Estado para que se le hiciera justicia.
Durante esa lucha, Hernández denunció el supuesto tráfico de influencia de la ministra de Gobernación, Ana Isabel Morales, a favor de su presunto agresor Reyes Larios, así como la parcialidad de parte del juez José Luis Araica.
La defensora Aguirre insistió en que la juez Lazo actuó “ultra petita”, es decir, dio más de lo que la Fiscalía le estaba pidiendo, porque sólo se trataba de resolver la nulidad del proceso, pero no imponer medidas cautelares.
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