CARACAS/AFP y AP
La ideología nada tiene que ver con la resolución de la severa crisis eléctrica venezolana, sostuvo el presidente Hugo Chávez, tras anunciar y justificar la compra de plantas termoeléctricas a la estadounidense General Electric y considerar la reciente oferta desde Colombia.
“Esas plantas no tienen ideología, no tienen que ver con un gobierno y otro, o las relaciones entre ellos”, dijo Chávez en relación a las generadoras de 440 megavatios que llegarán entre marzo y junio desde Estados Unidos, y serán distribuidos entre las estatales Sidor (acero) y Venalum (aluminio).
En agosto GE duplicará la generación, según precisó el mandatario.
El mandatario informó que para mayo se instalarán en el Estado suroriental de Bolívar unas máquinas de General Electric con una capacidad de 175 megavatios, y que para junio la misma empresa instalará otros equipos con capacidad de 275 megavatios en las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
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Para Chávez, un férreo crítico del Gobierno de Estados Unidos, estas “decisiones no son políticas (…), sencillamente hay una lógica del funcionamiento de las cosas”.
“Estamos trayendo unas máquinas de la General Electric (…), empresa de los Estados Unidos. Nosotros le mandamos a Estados Unidos un millón y medio de barriles diarios de crudo”, ilustró su tesis.
La misma lógica aplica, según Chávez, para el análisis de la oferta de Colombia de reanudar el suministro eléctrico hacia Venezuela. “Si a nosotros nos interesa, lo compramos. No tenemos ningún problema”, dijo.
Gélidas relaciones
Caracas congeló en julio pasado sus relaciones con Bogotá a propósito de la firma de un acuerdo militar, que permitirá que tropas estadounidenses operen de forma controlada en al menos siete bases colombianas.
A pesar de ello, el ministro colombiano de Minas y Energía, Hernán Martínez, planteó a inicios de semana que Colombia estaba dispuesta a vender electricidad a Venezuela.
La oferta colombiana al principio fue descartada por el vicepresidente venezolano Elías Jaua.
“Nosotros lo que aspiramos es que no se convierta esto (la venta de energía) en una operación política”, indicó por su lado el canciller venezolano Nicolás Maduro, al cuestionar el viernes a sectores opositores locales que han señalado al Gobierno de manejar de manera indebida la crisis eléctrica.
El canciller expresó que por el lado del estado Táchira, fronterizo con Colombia, “hay una conexión para poder importar o exportar electricidad que, en los meses de septiembre, octubre, sin aviso las empresas colombianas cortaron”.
“Aspiramos que la oferta que se está haciendo se pueda sostener en el tiempo, sea estable, sea sincera”, agregó Maduro.
Colombia suspendió en diciembre el suministro de electricidad a Venezuela, argumentando razones climáticas, y negó que fuera debido al deterioro de las relaciones bilaterales, congeladas por el presidente Hugo Chávez.
Por solidaridad
Por su parte el canciller colombiano Jaime Bermúdez dijo que su país ofreció vender energía eléctrica a Venezuela como un gesto de solidaridad para con el pueblo de la vecina nación.
“El primer principio que orienta esta decisión, de ofrecer energía a Venezuela, es solidaridad con un pueblo que tiene dificultades”, dijo el canciller colombiano en declaraciones a periodistas.
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