LA HABANA/AFP
Cuba fustigó este sábado que un alto funcionario de Estados Unidos se reuniera en La Habana con opositores tras un diálogo oficial de migración, una nueva tensión con el gobierno de Barack Obama, que se suma al caso de un contratista norteamericano arrestado en la isla.
En una declaración escrita, la Cancillería cubana denunció que el viernes, tras las conversaciones migratorias, la delegación norteamericana convocó “a decenas de sus mercenarios” a la residencia del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA).
“Con esta conducta ofensiva hacia las autoridades y el pueblo cubano”, Washington “confirma que siguen en vigor los instrumentos de la política subversiva contra Cuba, pone de manifiesto su falta de voluntad real para mejorar los vínculos” y “para dejar atrás las acciones de burda injerencia”, subrayó.
El presidente del Parlamento cubano y miembro del selecto Buró Político del Partido Comunista (PCC), Ricardo Alarcón, dijo ayer que, pese a la reunión, Cuba “está por continuar” el diálogo con Estados Unidos, “no sólo sobre” migración, “sino sobre cualquier tema, pero sobre la base del respeto”.
El jefe de la delegación, Craig Kelly, asistente del secretario de Estado adjunto para América Latina y más alto funcionario del gobierno de Obama que viaja a Cuba, se reunió con los disidentes Elizardo Sánchez, Marta Beatriz Roque, Oswaldo Payá, Vladimiro Roca, Félix Bonne, Francisco Chaviano y Juan Almeida, hijo del fallecido comandante de la revolución Juan Almeida y crítico del Gobierno.
“Me parece que es el esfuerzo más grande que están haciendo los norteamericanos por tratar de mejorar las relaciones con Cuba, al Gobierno cubano es al que no le interesa, porque si mejoraran se acabará el enemigo”, dijo a la AFP Vladimiro Roca.
Según la Cancillería cubana, Kelly había sido advertido de “nuestro rechazo al aprovechamiento de su breve estancia para organizar un evento provocador, ajeno al espíritu de las conversaciones migratorias”.
Washington demostró “nuevamente que sus prioridades se relacionan más con el apoyo a la contrarrevolución (…) que con la creación de un clima conducente a la solución real de los problemas bilaterales”, afirmó.
Un responsable del Departamento de Estado dijo a la prensa, acerca de la reunión de Kelly, que se trataba de un procedimiento normal para los diplomáticos norteamericanos encontrarse “no sólo con miembros del Gobierno, sino también de la sociedad civil”.
La fuente descartó que ese encuentro complique el caso del norteamericano Alan Gross, detenido el 4 de diciembre y acusado por Cuba de “espía” de Washington, que dotaba de “sofisticados” medios de comunicación a los opositores.
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