Fotos de La Prensa/Archivo
Llegaron a Asamblea Nacional como la segunda fuerza política del país, encabezados por Eduardo Montealegre. Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) se montó sobre un desconocido político llamado Movimiento de Salvación Liberal, que tenía la virtud de estar legalmente inscrito, y la fuerza política del Movimiento Vamos con Eduardo, que carecía del soporte legal para participar en las lecciones del 2006, con su líder, Eduardo Montealegre como candidato a presidente.
Entonces les caracterizaba una bandera roja con un signo de aprobación blanco al centro. Dos colores que se ven conjugados ahora con el rojinegro del FSLN o el también rojo liberal del resto de la oposición.
ALN llegó al Parlamento con 23 diputados, sin embargo en estos últimos tres años las cosas han cambiado radicalmente. Montealegre perdió el control de la Alianza gracias a una jugada política-legal, que para muchos fue promovida por su principal adversario: el Frente Sandinista.
La alianza ahora tiene apenas cinco diputados, y aunque dice seguir siendo la segunda fuerza política del país, se mantiene a flote a fuerza de negociaciones y amarres con la derecha o la izquierda. Una práctica “oportunista” de la política, según el punto de vista del cientista político José Luis Velázquez.
Y los que creen que la actual ALN es una criatura del Frente Sandinista, dicen encontrar las pruebas de sus afirmaciones en las votaciones que hace esta bancada junto al Frente Sandinista cuando sus votos son claves, o cuando torpedean las acciones de las bancadas opositoras.
Factor Núñez. Cuando ALN llegó a la Asamblea Nacional, su líder era el mismo candidato con el que habían participado en las elecciones, Eduardo Montealegre. Éste, quien tenía los sellos de la Alianza y la personería jurídica del partido, perdió cancha cuando Eliseo Núñez Hernández le tendió una jugada para hacerse del control en febrero del 2008.
Entonces, el Consejo Supremo Electoral, dominado por el gobernante Frente Sandinista, con el magistrado Roberto Rivas a la cabeza, resolvió devolverle la personería jurídica de ALN a Eliseo Núñez Hernández, quien se perfilaba como el enemigo de Montealegre, por los intereses políticos que los separaban.
La maniobra fue catalogada como una traición política. Montealegre había hecho resurgir a la ALN como un partido fuerte, sin embargo, el despojo de la personería jurídica provocó la división de la “segunda fuerza” política del país. Sólo cinco diputados quedaron con el ALN de Núñez.
El diputado Ramón Macías responsabiliza a Eliseo Núñez. “El problema entre Eduardo y Eliseo generó la desintegración de la bancada. Fue Eliseo el factor de la división, por el conflicto de poderes que había entre ellos”.
Pero además de culpar a Núñez Hernández, el abogado y estudioso de ciencias políticas, José Luis Velásquez, sostiene que la separación de ALN pudo haber sido provocada por el mismo Frente Sandinista quien ha demostrado mayor ventaja en el juego político.
Para Velásquez, ALN ha fungido como un partido distractor en la política nacional. “Un partido que ha sido coaptado por el Frene Sandinista. Fue atraído hacia su esfera de influencia y ahora juegan a favor del Frente Sandinista. Porque el Frente Sandinista sólo tiene 35 votos, está en minoría completa, sino fuera por la existencia de ALN no podrían aprobar la mayoría de los proyectos de la legislación pendiente. ALN juega ese papel de ser un partido sombra del Frente Sandinista”, sostiene.
El Movimiento de Salvación del Liberalismo participa en las elecciones presidenciales junto con el Movimiento Vamos con Eduardo y el Partido Coservador. Su candidato, Eduardo Montealegre obtuvo el 29 por ciento de los votos, y Daniel Ortega ganó la presidencia con el 38.07.
10 de enero
ALN conforma su bancada con 23 diputados, la segunda más grande en la Asamblea Nacional. Le sigue el PLC con 22 diputados. Luego por los ir y venir de varios liberales, la correlación de fuerzas quedó en 25 diputados el PLC y 23 ALN.
Noviembre 2007
A los once meses de haber entrado en funciones la bancada de ALN, ya contaba con cinco miembros menos: Salvador Talavera, Ramiro Silva, Jamileth Bonilla, Eduardo Gómez y Ramón Macías. Los cuatro últimos se fueron a fundar la Bancada por la Unidad. La razón, decisiones particulares y diferencias con el liderazgo de Eduardo Montealegre.
20 de febrero 2008
El CSE cancela la presidencia de Eduardo Montealegre en ALN, tras las supuestas anomalías en su constitución, denunciadas por Eliseo Núñez Hernández, quien al final se queda con la representación legal y la presidencia de ALN.
26 de agosto 2009
El CSE reconoce como presidente y representante legar de ALN a Alejandro Mejía Ferreti, tras la renuncia de Eliseo Núñez al cargo, por presiones internas. Núñez a partir de entonces pasa a las filas del PLC.
28 de octubre 2009
El diputado por ALN, Alejandro Ruiz, se abstuvo de la votación por la agenda del día, en la que incluirían el trámite de una ley para anular la resolución de seis magistrados sandinsitas en la CSJ, que permitiría la reelección de Daniel Ortega en el 2011. Todo, a pesar de que ALN había acordado lo contrario con las demás bancadas.
3 de diciembre 2009
ALN da sus votos al FSLN para la aprobación de la Reforma Fiscal y el Presupuesto de la República 2010, a pesar de que había aceptado un acuerdo entre bancadas opositoras contra la nueva medida fiscal.
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Y aunque ellos lo nieguen, las votaciones no mienten. La mañana del 3 de diciembre pasado, el Frente Sandinista logró la aprobación de la Reforma Fiscal, que era rechazada por varios grupos económicos, la sociedad civil y la oposición en el parlamento, debido a los radicales ajustes que suponía. A eso de las once de la mañana, después de los típicos discursos de distintas bancadas, a favor y en contra, la Reforma fue aprobada con 47 votos a favor, 38 de FSLN, los cinco de ALN y uno que otro diputado “independientemente” que anda por ahí desperdigado.
Ese mismo día, por la noche, el presidente Ortega agradecía en su discurso la “responsabilidad” de los diputados que le permitieron la “buena noticia”. A finales de octubre del año pasado, otra vez ALN. Durante una reunión de junta directiva, en la que se discutía la agenda del día, el diputado de ALN Alejandro Ruiz se abstuvo de votar sobre la inclusión o no de un proyecto que anularía la posibilidad de reelección a Daniel Ortega, que le fue otorgada a través de una resolución a todas luces ilegítima, emitida por seis magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia.
Esa vez, Ruiz dijo no haber votado como forma de reclamo hacia los magistrados del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) en la Corte Suprema de Justicia, que habían permitido la emisión de la sentencia.
En octubre de 2009, la ausencia del mismo diputado Ruiz, impidió que pasase a la orden del día un proyecto de ley para anular el Decreto Presidencial que prorrogaba en sus puestos a 23 funcionarios cuyos periodos caducaban este año.
Pero, en otras ocasiones, también se les ha visto votando del lado opuesto. El diputado Eduardo Montealegre reconoce que ha habido momentos en que ellos han votado a favor del gobierno y ha habido momentos en que esos cinco votos se suman a la oposición, como cuando Daniel Ortega andaba desesperadamente buscando 56 votos para que hubiera reformas constitucionales y por lo tanto su reelección.
“En algunos momentos, en el plenario, los cinco diputados de ALN han votado con la oposición en cuestiones claves. Por ejemplo, la Ley a favor del plazo razonable, la Ley que dice que no se asume deuda pública por la ayuda personal que le está haciendo Venezuela a Daniel Ortega. (Pero) En otros momentos han sumado sus votos al FSLN y en algunas circunstancias también nos hemos sumado porque estar en la oposición no es estar en contra de la bancada de gobierno”, sostiene Montealegre.
Individualistas. El diputado de ALN, Ramón Macías, defiende el comportamiento de su bancada diciendo que nunca han votado políticamente a favor del Frente y asegura que las decisiones en ALN se toman de manera colegiada, en consenso, la realidad ha demostrado otra cosa.
En octubre del año pasado Eliseo Núñez demostró que en el ALN cada cual actúa por su cuenta. Domingo trató de entrevistar al diputado Núñez, sin embargo, a la hora fijada mandó a decir con su secretaria de la Comisión de Infraestructura que no asistiría porque se encontraba convaleciente tras haber sido operado en uno de sus ojos.
Por su parte, Eliseo Núñez Morales, hijo de Núñez Hernández con quien mantiene diferencias políticas, describe una incongruencia permanente entre los miembros de ALN, una bancada en la que asegura se ha reinventado la matemática porque a pesar de que son sólo cinco diputados, a la hora de las negociaciones siempre salen con seis o siete puntos de vista, algo característico del ir y venir en ALN.
Núñez Morales dice no ver en ALN a una bancada, sino más bien a cinco “diputados agrupados por motivos administrativos en una bancada”.
La oposición, PLC y BDN, en la cuenta de Núñez Morales, sólo puede contar con los diputados de ALN como personas individuales ya que como bancada es “imposible negociar con ellos”.
“ALN está jugando a hacer un mecanismo oportunista. Con la trayectoria que tiene ALN en sus votaciones claramente no se adhieren a ningún principio”, sostiene el abogado y cientista político, José Luis Velászquez.
Según Velásquez, la trayectoria que ha tenido ALN, en la que fueron electos dentro de una alianza-partido que quedó en el segundo lugar de las votaciones, ese mandato del electorado, los transformaba en un partido de oposición ante el proyecto político del FSLN, un proyecto “contrario a los derechos humanos, contrario al estado de derecho y que encamina al país hacia el totalitarismo”.
Pero, explica Velásquez, al separarse ALN de la matriz del partido de oposición, entiéndase aquí el Movimiento Vamos con Eduardo e incluso el PLC, “y empezar a ser un fiel a la balanza entre el partido de gobierno y el de oposición, ALN empieza a bailar los vaivenes de las oportunidades políticas que se le presentan. (Los diputados de) ALN han visto una oportunidad política de obtener réditos de ese apoyo que pueden brindar y por eso se venden al mejor postor”.
Todo esto corresponde a los intereses individuales de sus miembros, y es por eso que ALN viene experimentando un fenómeno separatista desde hace dos años. El último desertor que han tenido es el mismo Eliseo Núñez Hernández que antes los lideró, pero que en octubre del año pasado fue despojado de la presidencia del partido por sus mismos colegas de ALN, quienes desde hace rato venían criticando su permanencia en el puesto violentando los estatutos internos de ALN.
Hoy Núñez Hernández ha vuelto a la acera de enfrente, con el PLC de Arnoldo Alemán, quienes se encuentran negociando junto al Movimiento Vamos con Eduardo y el FSLN las candidaturas de los 23 funcionarios de primera línea que deben ser nombrados este año.
Se dice que Eliseo Núñez Hernández esta vez tiene aspiraciones de ser llegar a ser el fiscal de la República y es por eso que ha vuelto a la acera del PLC.
“Oportunidades políticas significan beneficios personales, una política de intereses, una política egoísta que deja de lado los intereses populares. Mientras tanto (en ALN) van a vivir de la política, el futuro no les importa”, agrega Velázquez.
Por eso en ALN sus miembros dicen no preocuparse por el futuro político electoral que pueda venir. Por ahora se concentran en los siete de los 23 puestos vacantes en las instituciones del Estado.
Sólo quieren siete. “No estamos pidiendo mucho, y no es que pidamos, tenemos derecho. Además, estábamos proponiendo a gente de la sociedad civil”, refuta el diputado Ramón Macías, quien había propuesto además a su hija Fátima Macías para Contralora de la República. “Si tiene méritos, qué culpa tengo”, dice.
Todo ese vaivén en las aguas de la política les está costando. En el 2006 ALN quedó a un paso de obtener la presidencia de Nicaragua. Eran la segunda fuerza, pero esos electores han migrado a otras variantes liberales.
En las elecciones municipales del 2008, en Managua, Eduardo Montealegre, entonces candidato edilicio, dice haber obtenido 200 mil votos, en cambio el candidato de ALN sólo obtuvo 4 mil.
De cualquier forma, si ALN quiere permanecer en el menú político, deberá buscar una alianza a todo costa para poder participar en las próximas elecciones presidenciales del 2011. La pregunta que queda es ¿con quién será el siguiente “amarre”?
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