El pasado viernes fue el último día de Brandon Alfredo Sequeira Acevedo, quien murió alrededor de las 11 de la noche después de recibir un disparo. La bala entró por la espalda y salió por el pecho; unos segundos más tarde Brandon murió.
El joven, de 14 años, habitaba en el barrio Camilo Ortega.
La noche de su muerte se encontraba a unos 50 metros de su casa, cuando le dispararon.
Corrió hacia ella, pero cayó unos pasos antes de alcanzar la puerta de entrada.
Según datos registrados por el Distrito Tres de la Policía, minutos antes de los hechos Brandon se encontraba en un grupo de siete u ocho muchachos que habían colocado un alambre en la calle; al parecer, para hacer caer a los motociclistas que pasaran por ahí.
Casi a las once, un hombre pasó en su moto y el alambre lo botó. El sujeto se levantó e hizo dos disparos, pero nadie resultó herido.
Se fue y unos 15 minutos después regresó en su motocicleta con un compañero.
Juntos empezaron a perseguir al grupo de muchachos. Hubo nuevos disparos y una de las balas alcanzó a Brandon. Ésta es la versión de vecinos del barrio.
Hasta el momento, las autoridades del Distrito Tres dicen ignorar el nombre de los atacantes, la marca y el calibre del arma y el número de placa de la moto.
Incluso, no están seguras de que el sujeto que hizo los primeros disparos sea el mismo que mató a Brandon.
La familia del joven sostiene que él era un muchacho sano, que trabajaba como ayudante de albañil y que el hombre que le disparó no tenía motivos para hacerlo.
La familia Sequeira exige a la Policía que encuentre al hombre que mató a Brandon. “Él nada había hecho. Tenía toda la vida por delante y esto no puede quedar así”, dijo su hermana Darling del Rosario.
Ver en la versión impresa las páginas: 6 B