BOGOTÁ/EFE
El presidente colombiano Álvaro Uribe, y el director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), Leon Panetta, se reunieron ayer en Bogotá donde hablaron de la lucha común contra el narcotráfico, informaron a Efe fuentes oficiales.
En el encuentro, “a primera hora y a puerta cerrada”, insistieron las fuentes, el asunto central del diálogo fue la “lucha frontal” que libran Colombia y Estados Unidos contra las organizaciones del narcotráfico.
En la reunión, en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo en Bogotá, participaron también los ministros colombianos de Relaciones Exteriores y de Defensa, Jaime Bermúdez y Gabriel Silva, respectivamente.
Igualmente asistieron el comandante de las Fuerzas Militares y el director de la Policía Nacional, generales Freddy Padilla de León y Óscar Naranjo, respectivamente, así como el director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia), Felipe Muñoz.
Panetta llegó a la sede presidencial acompañado por el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, Brian Nicholas.
Las fuentes dijeron que además del intercambio de opiniones sobre la lucha común contra el narcotráfico, “no trascendieron más asuntos”, pero algunos medios de prensa colombianos señalaron que Panetta ofreció apoyo a Colombia “para la reestructuración” del DAS.
Ese organismo colombiano se vio envuelto en varios escándalos por escuchas ilegales y el propio Uribe anunció el año pasado su reestructuración.
Asimismo, la prensa colombiana señaló que el director de la CIA “respaldó las labores contra el terrorismo y el narcotráfico” de diferentes agencias colombianas de seguridad estatal.
Colombia es uno de los principales aliados de Estados Unidos en América Latina. En 2009 Washington y Bogotá suscribieron un convenio militar que permite a las tropas estadounidenses el uso controlado de siete bases en territorio colombiano para operaciones de lucha contra el narcotráfico.
Mientras Panetta llegaba a Colombia, la Policía se incautó 200 kilos del explosivo amonal y granadas, que pertenecían a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los cuales serían utilizados en atentados contra sedes de campañas políticas en las elecciones legislativas del 14 de marzo.
El material fue descubierto en dos escondites de la columna móvil “Teófilo Forero” de las FARC, ubicadas en una zona rural del municipio de Palermo, por la Policía.
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