GUATEMALA/AFP
Unos 1.000 delegados de 77 países iniciaron este viernes en Guatemala un foro de tres días que analizará la sostenibilidad de la producción cafetera para los próximos cinco años, ante los estragos ocasionados por el cambio climático.
La actividad arrancó con la apertura de una sala de exhibición en la que exponen 20 de las mayores empresas de compradores y tostadoras, así como países productores y consumidores.
La ceremonia de inauguración oficial de la III Conferencia Mundial del Café la harán los presidente de Guatemala, Álvaro Colom, El Salvador, Mauricio Funes y de Honduras, Porfirio Lobo.
Néstor Osorio, director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), entidad que organiza el evento, indicó que uno de los temas centrales será el cambio climático y los efectos negativos en la productividad del grano, así como aumentar la oferta ante un incremento del consumo.
“Tenemos una demanda muy dinámica y un consumo que sigue creciendo a un ritmo superior al 2% anual. Para el 2009 se cerró con un consumo mundial del orden de 123 millones de sacos de 60 kilos, es decir, que aumentamos casi 25 millones de sacos”, aclaró.
“Hay una urgencia en el sentido de que la producción mundial es deficitaria, las existencias en manos de productores están prácticamente agotadas, por ello la conferencia es importante para encontrar orientaciones de cómo garantizar la sostenibilidad en la producción para responder a la dinámica de la demanda”, agregó.
Por otra parte, el empresario dijo que hay problemas que afectan la actividad como “un elevado costo de producción, la mano de obra se hace costosa, los fertilizantes están altos, el dólar se deprecia y entonces el rendimiento de las monedas nacionales es menor”.
Además, recordó que el cambio climático ya hace estragos en el sector, toda vez que “en los últimos 25 años ha aumentado medio grado la temperatura de las tierras cafeteras, cinco veces más que en los 25 años anteriores”.
Ante ello, los productores han tenido que buscar terrenos más altos para cultivar el grano, aspecto que podría afectar la sostenibilidad de la producción y, por consiguiente, generar problemas con la demanda del café a nivel mundial.
