LA HABANA/ EFE
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace seis días, aseguró ayer que está cerca de un estado “crítico”, pero que mantendrá su protesta para pedir la libertad de los presos políticos, al tiempo que instó a varios opositores encarcelados a que dejen el ayuno.
“Me estoy sintiendo con somnolencia, dolores en la cabeza, riñones y abdomen”, declaró el sicólogo y periodista Fariñas a Efe desde su casa en Santa Clara, ciudad situada a 270 kilómetros al este de La Habana.
Mientras tanto, el ex gobernante cubano Fidel Castro se refirió el lunes a la muerte del preso político Orlando Zapata, fallecido tras una huelga de hambre de dos meses y medio, al afirmar en un artículo que en Cuba “jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario”.
Fariñas, de 48 años, repitió que sólo será hospitalizado “cuando pierda el conocimiento”, al tiempo que insistió en que abandonen su ayuno los que lo iniciaron en las cárceles tras la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata la semana pasada, al cabo de una huelga de hambre de 85 días.
“Pedí a todos los que están en prisión que dejaran las huelgas, porque los que tenemos que hacer huelga somos los que estamos en la calle para que ellos salgan”, explicó.
DENUNCIAN MANIPULACIÓN
Entretanto, la oposición cubana aseguró ayer que el Gobierno del general Raúl Castro manipula y se contradice al responder a las críticas internacionales sobre la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata tras una huelga de hambre de 85 días.
El portavoz de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), el opositor Elizardo Sánchez, declaró a Efe que la reacción del Gobierno, en reportajes de medios de comunicación oficiales de los últimos días, es un “intento baldío” que no va a lograr que la “opinión pública cambie de opinión”.
“No oculto mi asombro por el ensañamiento del Gobierno de Cuba con un hombre que ya falleció y todavía siguen tratando de lanzar fango sobre su memoria”, señaló Sánchez al comentar un informe emitido el lunes por la televisión estatal sobre la muerte de Zapata, que falleció el martes de la semana pasada.
ACUSAN DE DELINCUENTE
El informe televisado acusó a “la contrarrevolución” de una “campaña de difamación” para ocultar las atenciones médicas que recibió Zapata antes de morir, e insistió en que el disidente, preso desde 2003, fue atendido “con todo el rigor médico.
El diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba, publicó antes un artículo en el que se acusó a Zapata de delincuente común que “adoptó un perfil político cuando ya su biografía penal era extensa”.
Según Sánchez, el Gobierno “dice y se contradice constantemente” con esos materiales que evidencian que en la isla se siguen “espiando las conversaciones telefónicas, sin mandato judicial” y que las autoridades se preparaban “para un desenlace fatal”.
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