Kampala/EFE
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, visitó hoy el distrito montañoso de Bududa, donde el lunes pasado se produjo un deslizamiento de tierras por las intensas lluvias caídas y que ha dejado al menos 85 muertos y más de 350 desaparecidos, informó hoy la Presidencia.
Los equipos de rescate, según fuentes locales, sacaron hoy del barro otros cinco cadáveres, que se unieron a los 80 recuperados ayer, y continúan buscando supervivientes a pesar de las pocas posibilidades de encontrarlos y del riesgo de que se produzcan otros corrimientos de tierra, puesto que las lluvias en la zona continúan.
Museveni interrumpió un viaje que realizaba por todo el país para acudir al distrito de Budada, donde está previsto que se reúna en la escuela primaria de Bukalasa con algunos de los afectados.
Fuentes del Gobierno han confirmado que el corrimiento de tierras ha arrasado tres pueblos del distrito de Bududa, a 275 kilómetros al este de Kampala, donde se encontraba una iglesia, un mercado y un centro de salud, que fueron arrastrados por la avalancha de barro y desplazados más de 300 metros colina abajo.
Las autoridades comenzaron hoy a organizar los funerales de los muertos, para lo que tratan de encontrar terrenos estables donde poder cavar las tumbas, mientras el ministro de Alerta para los Desastres, Tarsis Kabwegyere, ha afirmado que el Gobierno entregará 100 ataúdes para los entierros.
Ayer, Kabwegyere anunció en el Parlamento que un camión con más de 26 toneladas de ayuda humanitaria se dirigía a la zona, mientras que la Cruz Roja trabaja con el Gobierno para establecer centros de ayuda y de reparto de pastillas purificadoras de agua, mantas y lonas.
“Un alud de barro no es como un terremoto, que te permite buscar protección bajo una mesa u otro mueble, sino que se desliza a toda velocidad y arrastra todo”, puntualizó el ministro, que expresó dudas de que pueda rescatarse a alguien con vida en las áreas afectadas.