Elena Arsuaga
Concepción, Chile/EFE
Los vecinos de varios barrios de la ciudad de Concepción, la tercera de Chile y una de las más afectadas por el terremoto del pasado sábado que dejó al menos 799 muertos, pudieron hoy respirar tranquilos porque, casi cinco días después de la catástrofe, “por fin” llegó la ayuda.
Funcionarios de la Municipalidad de Concepción recorrieron hoy puerta por puerta varios barrios de la ciudad para entregar una bolsa con productos básicos a cada familia de la zona, afectada hace algunos días por saqueos de supermercados y otros comercios y sometida actualmente a un estricto toque de queda nocturno.
De forma muy dinámica, para evitar que se extendiera el rumor y pudieran sufrir nuevos asaltos, recorrieron centenares de casas, pero dejaron bolsas únicamente en aquellos domicilios en los que había gente en el momento de la entrega.
El criterio establecido por la alcaldesa de la ciudad, Jacqueline Van Rysselberghe, es repartir, por el momento, únicamente una por familia, explicó a Efe la funcionaria municipal Consuelo Amenábar.
Como no pueden estar comprobando constantemente la identidad de las personas, están siguiendo su sentido común y confiando en la honradez de los ciudadanos.
Las bolsas están compuestas “por comestibles, útiles de aseo personal y para la casa, lo justo y necesario para toda la familia”, indicó Amenábar, a la vez que explicó que los productos han sido adquiridos por el Gobierno local y organizados para su distribución en los pocos supermercados de la zona que no fueron saqueados.
Los vecinos de Concepción todavía no pueden creerse que vuelven a tener entre sus manos alimentos básicos como aceite, azúcar, harina, arroz o leche en polvo.
“Por fin, gracias a Dios”, coincidían en resaltar todos antes de introducir las bolsas rápidamente en sus casas.
Débora, de 26 años, sonríe porque finalmente va a poder alimentar en condiciones a su niña de once meses.
“Se han demorado un poco, pero estamos bien, con vida gracias a Dios”, agradece emocionada.
A su lado, una anciana explica que la situación ha sido “muy difícil” porque “de primeras” se arreglaban, colaborando con sus vecinos con lo poco que tenían, pero que estaban ya “prácticamente bajo mínimos”.
La tranquilidad empieza a respirarse de nuevo en la zona, a pesar de que una fuerte réplica del sismo, de 5.9 grados en la escala de Richter, volvió a disparar hoy la alarma por una nueva alerta de tsunami en las localidades costeras de la región del Biobío, que finalmente fue descartada por las autoridades.