WASHINGTON/EFE
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo hoy que la Carta Democrática Interamericana tiene mecanismos “insuficientes” de prevención y difusión de su contenido, y prometió reformarla si es elegido para otro mandato.
La Carta “combina la descripción detallada de las distintas dimensiones de la democracia, con pasos específicos a seguir cuando está amenazada, pero aún tiene mecanismos insuficientes de prevención y difusión de sus contenidos”, dijo.
Insulza se dirigió hoy al Consejo Permanente al presentar su candidatura para un segundo mandato de cinco años al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por tanto, expresó su deseo de mejorar la capacidad de la OEA para identificar los problemas potenciales y prever mejor las situaciones críticas que puedan amenazar la democracia en algún país miembro.
“Estoy convencido de que si prevemos de antemano los conflictos y actuamos de consenso, podemos ser útiles y constructivos para evitar nuevos quiebres de la democracia”, explicó.
Para Insulza, flexibilizar las situaciones en que, basándose en la Carta Democrática, la Secretaría General pueda presentarse en los países en que sea previsible una cierta inestabilidad, “podría ser un elemento útil en esta política de prevención”.
Insulza, quien opta el próximo 24 de marzo a su reelección y es de momento el único candidato, hizo esta propuesta apuntando a las lecciones aprendidas por el golpe de Estado en Honduras.
“La verdad es que hicimos todo lo posible para restablecer la democracia en Honduras”, señaló.
Sin embargo, admitió, el objetivo fundamental de restituir, aún con limitaciones, al Gobierno constitucional de Manuel Zelaya, no fue alcanzado, y Honduras sigue marginado de la OEA, aunque “nos asiste la esperanza de que pronto pueda retornar”, dijo.
Por ello, más que entrar en recriminaciones, dijo: “debemos sacar las conclusiones adecuadas para enfrentar estas crisis, que nuestra región podría volver a sufrir, a pesar de los avances democráticos registrados en los últimos años”.
Indicó que el multilateralismo de hoy tiene sus limitaciones, y el respeto a la soberanía impone restricciones claras.
“Se puede suspender a un país, aislarlo internacionalmente o imponer sanciones económicas dentro de un cierto límite, y en el caso de Honduras, los poderes fácticos sabían que tenían que resistir un plazo breve y que contaban con apoyos externos no gubernamentales para resistir dicho período”, sostuvo.
En opinión de Insulza, los instrumentos jurídicos de la OEA “son los más poderosos” que tiene la región, pero en el caso de Honduras, “no fueron invocados a tiempo”.
La OEA depende del requerimiento de los Gobiernos para actuar, resaltó, y recordó que Ecuador invocó la Carta en 2008 en su conflicto con Colombia; Nicaragua lo hizo en su crisis institucional en 2005; Bolivia en varias ocasiones y Guatemala en 2009.
Sin embargo, cuando el Gobierno de Honduras la invocó, la ruptura de la democracia ya estaba, inevitablemente, en marcha, lamentó.
Por ello, “no cabe duda de que, para fortalecer nuestras democracias, es preciso imaginar formas de aplicar la Carta Democrática antes y no después de que las crisis se materialicen”, dijo.
“Creo que si (…) se hubiera enviado una misión de la OEA a tiempo, con mandatos claros y basados en la Carta Democrática, se podría haber evitado la ruptura de la democracia en Honduras”, afirmo.
Eso es “razón suficiente para examinar procedimientos más rápidos y más flexibles”, que permitan al secretario general llevar casos a la OEA para actuar de manera preventiva.
“De esa manera podremos sacar provecho de las lecciones aprendidas en esta crisis que sigue abierta”, concluyó.
Por otro lado, afirmó que la OEA ha adquirido relevancia bajo su mandato, dado que, a diferencia de otras ocasiones, el organismo ha estado presente en todos los grandes sucesos de la región.
“Ni siquiera quienes nos critican dudan verdaderamente de la relevancia que nuestra organización ha tenido en estos años”, dijo.