Al menos 99,000 personas viven en riesgo permanente ante un tsunami en las costas del Pacífico de Nicaragua. Pero la cifra se eleva a medio millón en los días de Semana Santa, cuando los bañistas aprovechan sus vacaciones para ir a la playa.
Éstos son datos que se manejan en el plan contingente ante tsunamis del Centro de Operaciones de Desastres (CODE), de la Defensa Civil. Se trata de 74 comunidades con 27 balnearios en riesgo.
- Esta mañana se inaugura el Sistema de Alerta Temprana (SAT) en Corinto. Las autoridades e instituciones locales lo harán con un simulacro de tsunami.
El punto alto más cercano que tiene Corinto está a 15 kilómetros. Pero antes hay que salir por el puente de Paso Caballos, de 80 metros de longitud y unos cuatro de ancho.
Hacer pasar casi 20 mil personas por esa vía en menos de una hora, que es el tiempo que daría un terremoto local para escapar de un tsunami, es casi imposible.
El simulacro de hoy brindará las pautas para que se salve el mayor número de personas posible en un desastre como éste.
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Cuando se activa una alerta de tsunami en el litoral Pacífico, la mayoría de las personas que habitan en las playas más populosas como Masachapa, Pochomil, San Juan del Sur y Corinto, ya sabrían qué hacer y hacia dónde ir.
Algunas de las comunidades tienen rutas de escape y sus pobladores aprendieron a reconocer —teóricamente— cuándo una ola destructiva podría aproximarse, ya sea porque sienten un fuerte sismo, o porque el mar se retira de forma sorpresiva y evidente.
EL PLAN DE ACCIÓN
El plan del CODE incluye avisar a la gente por tierra, agua y aire, que tienen que escapar de las costas hacia los puntos más altos y lejanos que encuentren.
La advertencia la harían los efectivos militares y voluntarios de la Defensa Civil, así como los miembros de la Cruz Roja, Policía Nacional, bomberos y del Ministerio de Salud (Minsa).
Hasta el año pasado la Defensa Civil contaba con 400 a 1,500 hombres, dos helicópteros, seis lanchas y una cantidad superior de vehículos terrestres para advertir a la población.
Si el tsunami se origina lejos de Nicaragua, podría haber un tiempo entre 60 minutos y 12 horas para que impacte en las playas del Pacífico, pero si el epicentro está frente a las costas nacionales, los 60 minutos serían el máximo para aspirar a sobrevivir, según las autoridades de rescate. Podrían reducirse a 45 minutos, incluso.
La ventaja en Nicaragua, para alertar a la población, es que el país cuenta con un Sistema de Alerta Temprana (SAT) que permite actuar casi inmediatamente después de que ocurra un evento, es decir un sismo fuerte que desate un tsunami.
Esto se debe a que el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) tiene la capacidad de procesar la información en cuestión de minutos y activar las sirenas de aviso desde Managua, la capital de Nicaragua, a 60 kilómetros de la playa más cercana en el Pacífico.
SIMULACRO EN CORINTO
Algo de esto se verá esta mañana en Corinto, el municipio más vulnerable del país ante tsunamis, debido a que el 80 por ciento de su población, es decir entre 14,000 de 17,500 personas, vive en riesgo, ya se asienta prácticamente en isla que impediría escapar a la mayoría de ocupantes.
Los planes del Ineter y otras instituciones es abarcar el máximo número de playas con SAT en el Pacífico, pero también en el Caribe, donde las posibilidades de tsunami son menores, pero también existen.
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