CORRESPONSAL/MADRIZ
El ciudadano nicaragüense Alexander Aráuz Quintero, de 28 años, denunció ser torturado y humillado por parte de siete elementos de la Policía y el Ejército hondureño, quienes lo mantuvieron retenido durante varias horas del día sábado en uno de los edificios de ese país vecino, cercano al puesto fronterizo (aduanas) de Las Manos.
El denunciante mostró las huellas de las heridas ocasionadas en su cabeza, moretones en el cuello, fracturas en dos dedos de la mano izquierda y caderas y otras lesiones aún visibles en su cuerpo.
También dijo que las agresiones fueron ocasionadas por policías hondureños, que usaron las cachas de sus pistolas y tubos metálicos para golpearlo, hurtarle todo su dinero y pertenencias personales.
Alexander Aráuz Quintero, originario del sector cinco del poblado del municipio de Jalapa (pero que desde hace varios años reside en la ciudad de Ocotal), en el departamento de Nueva Segovia, dijo que ese día él se había trasladado a territorio de Honduras por el puesto fronterizo nicaragüense de Las Manos, donde como de costumbre vendería varias cajillas de aguacates.
Al mismo tiempo, comentó que a su regreso fue interceptado por varios soldados y policías hondureños que con engaño lo llevaron a un puesto de control.
“Uno de los guardias me dijo que lo acompañara porque sus superiores me comprarían aguacates, los cuales vendo desde hace seis años en varios municipios de ese país, pero ya estando ahí unos siete policías y soldados me acusaron de haberle robado dinero a un cambista que se mantiene en la Aduana, el cual únicamente identificaron con el nombre de Pedro”, explicó el afectado.
Relató que uno de los uniformados hondureños hasta lo amenazó con cortarle varios dedos de su mano izquierda con un machete.
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