Una anciana que padece de una llaga en una de sus piernas y carece de atención médica está a cargo de sus tres bisnietas menores de 10 años, desde noviembre que sus dos nietas de 22 años desaparecieron en Honduras. Ambas viajaron para confirmar allá la muerte de su progenitora, Francisca Pérez .
Las desaparecidas son Zoila Vanessa López Pérez, de 22 años y Cinthia López Calderón,
Ángela Juana Pérez Calderón, de 67 años, dijo que solamente cuenta con la fortaleza que Dios le da y el apoyo de los vecinos así como de las autoridades del centro escolar Paz y Amor (Aldeas SOS) para sus bisnietas.
Relató que hace tres años su hija Francisca se fue a Puerto Lempira, Honduras, donde tenía un taller de costura y le mandaba dinero.
La mujer venía a Nicaragua de vez en cuando, aunque mensual le ayudaba. En octubre vino al país a realizar compras y fue la última vez que la vio.
Manifestó que a las diez de la noche del seis de noviembre, a través del teléfono, le avisaron que su hija había muerto en un hospital hondureño y que la habían enterrado.
La persona que llamó pidió que llegaran a recoger sus cosas.
“Debido a las dificultades económicas, mis nietas pudieron viajar hasta el once de noviembre con dinero prestado, pero no regresaron”, dijo la señora con la foto de las bisnietas.
Dijo que las mujeres, a los dos días del viaje, la llamaron confirmando la muerte de su madre.
Añadieron que le pusieron una ofrenda floral en el cementerio. La llamada fue hace dos meses y desde entonces no sabe más de ellas.
La anciana buscó apoyo en la Estación Dos de Policía, donde puso la denuncia acompañada de una vecina.
Refiere que su hija muerta en Honduras tenía una amiga que trabajaba con ella y vivía frente a la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
También refirió que un hondureño, que con frecuencia viene a Nicaragua a hacer compras, llegó a su casa en el barrio Dinamarca y le confirmó de la muerte de su hija, pero no le dijo la causa de muerte.
Ésta supuestamente tenía una pareja sentimental. Refirió que su hija no tenía enemigos y nunca se reportó enferma. Lamentó la anciana que no habló mucho con su nieta para indicarle que en el hospital de allá buscara más información.
La denunciante también dijo que espera que alguna organización le ayude a localizar a sus nietas y repatriar el cadáver de su hija.
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