Porvenir
“Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás”.John Kenneth Galbraith (1908-2006), economista estadounidense.
Hay que cambiar al CSE
Con gran pena los nicaragüenses estamos viendo los esfuerzos de algunas personas particulares y funcionarios gubernamentales de alto nivel, que a toda costa y a cualquier precio desean fervientemente la reelección de los miembros actuales del Consejo Supremo Electoral (CSE), después de haber cometido por muchos años toda clase de irregularidades.
En la historia de Nicaragua, ni aun en tiempos de Somoza habíamos visto un CSE tan desacreditado, cuyos magistrados han estado la mayor parte del tiempo tratando de continuar sirviendo a sus intereses económicos y políticos personales y de ser instrumento para favorecer abiertamente a determinados grupos de poder. Y con un cinismo tal, que sin vergüenza sostienen que todo lo han hecho bien.
Una gran parte de los nicaragüenses cree que estos señores están siendo apoyados de manera permanente, entre otros, por algunos funcionarios eclesiásticos que tienen relaciones estrechas con el Gobierno actual. A pesar de eso creo que todavía es tiempo de rectificar y dejar esa actitud, que tanto afecta negativamente al país y particularmente a nosotros los católicos.
No me cabe la menor duda, que de ser reelectos los actuales miembros del CSE, el daño para esta institución y en general para el país será cada día mayor y el descrédito de ese organismo continuará creciendo. Recordemos que ningún otro ente del Estado precisa del grado de confianza de todos los nicaragüenses como lo requiere este organismo.
La mayoría de los nicaragüenses consideramos que el descrédito de los organismos del Estado trasciende al CSE, comenzando por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), totalmente parcializada y politizada e integrada en su mayoría por miembros cuya actuación deja mucho que desear; sin embargo, creemos que gradualmente se podrán hacer los cambios necesarios, hasta lograr un Estado sano, capacitado y estable.
Lo anterior no quiere decir que los funcionarios no tengan sus propias ideas y principios, pero que su actuar esté únicamente sujeto a las normas que correspondan a la ley y al derecho y no a la politiquería. El que tenga dudas al respecto que vaya a otros países como Uruguay, Chile y Costa Rica, y que estudie lo que en ellos se hace, para lograr una democracia sana y con el mínimo de defectos.
Gran parte de los líderes nicaragüenses de la oposición actual, y no solamente del Gobierno, deben reconocer sus grandes pecados al haber promovido y participado por razones políticas de su momento en el diseño, la integración y la nominación de esos macroorganismos tan caros, deficientes y partidarios, dejando a los maestros, policías y otros empleados públicos con salarios de hambre y ocasionando tanto daño y descrédito al país.
Pablo E Avón García
Gobierno ineficiente
Según la última encuesta de M&R, inclusive algunas hechas por el mismo Gobierno, la gestión gubernamental de los Ortega Murillo ha sido un fracaso, hasta en sus programas emblemáticos o claves. Solamente salud y educación aprueban, y esto en mucho es debido a los ministros que están o estuvieron a cargo de la cartera y a la cooperación internacional, que no les ha soltado las manos a pesar del pésimo trato diplomático que les han dado, porque en el presupuesto más bien les han ido quitando recursos y proporcionalmente tienen menos que en los gobiernos neoliberales.
A los nicaragüenses no nos debe alegrar el fracaso del Gobierno, porque es una gran pérdida para el país y principalmente para el pueblo que ha desmejorado sus ya malas condiciones de vida; pero es el resultado natural que se obtiene cuando se actúa con mucha prepotencia y mucha ignorancia al mismo tiempo. No en balde se dice que la ignorancia es atrevida y nuestros actuales gobernantes son el vivo ejemplo de ello.
Desde siempre se les dijo que si manejaban las cosas partidariamente no iban a gobernar para el país, ni para la nación, sino solamente para sus partidarios, y eso es lo que han hecho, con el catastrófico resultado que ni siquiera en su partido han crecido. Eso es lo que pasa cuando uno se pone a “repartir recursos” y no a ejecutar proyectos que tengan efectos multiplicadores, y además hacerlo con mentalidad partidaria o clientelista sin tener una base económica sólida: simplemente no va a alcanzar a satisfacer a todos los posibles clientes; como siempre, unos van a agarrar bastante, otros un poco, otros un poquito y la mayoría nada, de manera que al final hay 10 clientes satisfechos y 90 inconformes.
Eduardo Cáceres
Golpe mortal
La reelección del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, efectuada el mes pasado, es un golpe mortal a las aspiraciones democráticas de los países acosados por el socialismo del siglo XXI, con Cuba a la cabeza de los violadores de los derechos humanos, donde centenares de prisioneros de conciencia languidecen en las cárceles —tipo las de El Chipote de la Nicaragua sandinista en los años ochenta—, y donde ya algunos de estos prisioneros han muerto y otros siguen ese camino, ante la mirada impasible del secretario general de la OEA. Así mismo callan algunos eclesiásticos como el cardenal Miguel Obando.
Recuerdo que los miles de prisioneros cristianos, al igual que en tiempos de las catacumbas teníamos que escondernos para orar en las cárceles. En otras prisiones. como la de El Chipote, ni siquiera un rayo de luz entraba, menos el consuelo espiritual.
Por sus actos lo conocemos y no es regalando una lámina de zinc que salvará su alma. Yo no soy quien debe juzgarlo, pero sí el que todo lo ve. Tampoco lanzaré la primera piedra, pero hay muchos que sí lo harían.
Roberto Amador
Amparo contra decretazo
Los magistrados liberales del Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción Oriental (Masaya-Carazo), bajo el liderazgo de su presidente, doctor Silvio Américo Calderón Guerrero, han sido férreos defensores de la justicia y el Estado de Derecho en Nicaragua, frente a las violaciones flagrantes cometidas por el ciudadano Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, y el partido gobernante.
Por medio de la admisión del recurso de amparo interpuesto por el diputado Oscar Moncada en contra de la orden presidencial o decretazo, emitido por Ortega y por medio del cual pretende prolongar arbitrariamente los períodos de los magistrados electorales y otros funcionarios públicos cuyos períodos se les han vencido, y que fuera admitido sin mayores atrasos por los mencionados magistrados liberales, se sienta un precedente jurídico y político de proyección nacional, ya que esta resolución ha dejado totalmente anuladas las pretensiones arbitrarias del autoritario gobernante, el bachiller Ortega Saavedra.
Por otro lado, esta resolución administrativa, emitida por la Sala Civil, manda suspender el acto y por ende, todos los efectos jurídicos que pudiere haber ocasionado el mencionado decretazo de Ortega, todo ello actuando de conformidad a lo establecido por la Ley de Amparo, que es una ley de rango constitucional.
Cabe señalar que en este caso, aunque la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción Sur (Granada – Rivas), dominada por magistrados del FSLN, posteriormente emitiera resolución anulatoria de lo actuado por los magistrados liberales, lo que vale la pena destacar es la eficiencia y valentía de los magistrados liberales de Masaya, en especial de su presidente, doctor Silvio Calderón, en la defensa de la institucionalidad democrática de la nación, sin dejarse intimidar por las presiones ejercidas por los operadores políticos del FSLN y algunos adláteres del gobernante Ortega.
Chéster Membreño
Aborto e insomnio
Enrique Ferrara es enfermero, y como partidario del aborto cooperó en este tipo de intervenciones mientras estuvo en el servicio quirúrgico del Hospital Severo Ochoa, de Leganés (España). Pero un día reaccionó; según sus palabras: “Cualquier persona que ve aquello (un feto abortado) y sigue diciendo que no es un ser humano, se está poniendo la venda delante de los ojos”. A partir de ese momento pidió ser trasladado al Hospital Doce de Octubre, a pesar de un peor horario y con menos libranzas, para abandonar “aquella intervención salvaje”.
Ferrara asegura: “Cuando participaba en abortos no podía dormir”. Prefiere no describir lo que vio en el quirófano por ser “muy impactante y desagradable”, y añade: “No recuerdo a ninguna mujer que no saliera llorando del quirófano”. Ése es el aborto que nos venden como liberación, pero que violenta las conciencias del personal sanitario y, sobre todo, de la mujer que se desprende de su hijo para siempre.
Lole Bravo
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
