El nandaimeño Evert Cabrera despertó de dos encuentros sin imparables, porque anoche ligó de 5-2, con par de remolques, en la paliza de 10-4 que le propinaron los Padres de San Diego a los Rojos de Cincinnati.
Cabrera venía de conectar un hit en los tres partidos de la serie contra los Gigantes de San Francisco, pese a la barrida que propinaron los Padres. Y empezó mal ayer, porque ante el abridor Bronson Arroyo fue dominado en sus primeros dos turnos.
En el primer inning, el nica falló en roletazo a la segunda base, y en el segundo, con dos outs, fue víctima de una gran jugada del intermedista Brandon Phillips, quien interceptó un difícil roletazo que iba al jardín central.
Pero en el cuarto, con bases llenas, Cabrera despertó al disparar un sencillo al jardín derecho que remolcó dos carreras y puso más arriba a los Padres 6-0, anotando luego por un jonrón con bases llenas del mexicano Adrián González, que movió la pizarra 10-0.
En el quinto, con dos outs, Cabrera disparó otro sencillo al jardín derecho, que movió a Tony Gwynn Jr. en la intermedia, pero Jerry Hairston Jr. fue dominado con un elevado al jardín derecho.
En su último turno del octavo, ante el relevista Nick Masset, Cabrera elevó al jardín izquierda.
De esta manera, Cabrera completó una buena jornada al irse de 5-2, con 2 empujadas, una anotada, actuando como primer bate y campo corto de San Diego, que con el triunfo de 10-4 logrado anoche suman su sexto al hilo.
SUS NÚMEROS
Con la actuación de ayer, que fue visto en televisión nacional, Cabrera mejoró su porcentaje de bateo de .214 a .230, por 14 imparables 61 turnos, con 11 empujadas, 4 anotadas, 3 dobles, un triple, 5 bases y 16 ponches en 15 juegos con los Padres.
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