El esfuerzo de los más de 1,800 trabajadores nicaragüenses de la empresa de confección USLC fue reconocido recientemente por la marca Dockers, de la empresa Levi Strauss & Limited Company.
USLC, de capital estadounidense y que opera bajo el régimen fiscal de zona franca, recibió un certificado de calidad de Dockers, convirtiéndose así en la segunda a nivel mundial que recibe esa distinción.
En USLC se elaboran pantalones de vestir casuales de las marcas Dockers, Perry Ellis, Nautica y VF. En el caso de los pantalones Dockers, éstos son exportados en su totalidad a Estados Unidos.
Jorge Duarte Díaz, gerente administrativo de USLC, explicó que Dockers entrega esa certificación únicamente a las empresas que cumplen todos los requisitos y estándares de calidad mundial exigidos por ellos, que no sólo incluye los materiales con que se elaboran, sino también la calidad de la mano de obra empleada.
USLC está ubicada en Managua, y en ella trabajan un total 1,832 personas, de las cuales sólo ocho son extranjeras.
Iniciaron operaciones en el 2000 y cerraron temporalmente en 2003 como parte de una reestructuración de la empresa. Ese año reabrieron con 88 trabajadores. La inversión de la empresa supera los ocho millones de dólares.
Duarte aseguró que haber recibido ese reconocimiento por la calidad del producto, que elabora la empresa, representa “un compromiso” aún mayor, pues ahora deben mantener dicha certificación.
“Para estas certificaciones se hacen evaluaciones, tenemos que cumplir varios requisitos, entonces tenemos que seguirnos preparando, tenemos que seguir trabajando competitivamente”, afirmó.
ENFRENTANDO LIMITANTES
El gerente de la empresa considera que dicho reconocimiento es un logro especialmente porque se alcanzó en medio de varias limitantes.
La primera, dijo, es que los altos precios de la energía eléctrica incrementan los costos, restando competitividad a la empresa.
Asimismo, la falta de producción de insumos en el país para la elaboración de ese tipo de pantalones incide en los costos.
“Imagínense un cliente que logra bajar el costo en un dólar por pantalón; cuando son millones (de pantalones) son millones de dólares que está ahorrándose…”, explicó.
Sin embargo, considera Duarte, las empresas de zona franca instaladas en Nicaragua deben aprovechar que el país continúa siendo atractivo para los compradores por la cercanía con Estados Unidos, el gran comprador de los productos de confección elaborados en el país. A esto se le debe sumar el beneficio del Cafta, que permite exportar al país norteamericano productos con numerosos beneficios.
“Lo atractivo de Nicaragua es que seguimos teniendo gente muy capaz, gente inteligente y trabajadora, lo que tenemos que hacer en el país es un balance de los costos”, recomendó.
En este sentido, destacó, la concertación salarial tripartita para el sector de zona franca, les ayudó a contrarrestar la crisis que enfrentó ese sector en 2008 e inicios de 2009, como consecuencia de la caída en la demanda de ropa en Estados Unidos.
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