Por Diego Urdaneta
WASHINGTON/AFP
El gobierno estadounidense estudia si la polémica ley antiinmigrantes de Arizona, que le genera “hondas preocupaciones”, cumple con las garantías constitucionales, informó este martes la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.
“El Departamento de Justicia está revisando la Ley de Arizona”, promulgada el pasado viernes en el estado fronterizo con México al suroeste de Estados Unidos y el que criminaliza la inmigración indocumentada, anunció Napolitano durante una audiencia en la Comisión de Justicia del Senado.
Napolitano recordó que la ley SB 1070, la más vigorosa del país, no entrará en vigencia en otros 90 días, lo que “otorgará tiempo al Departamento de Justicia a estudiar acuciosamente si esta ley cumple con las garantías constitucionales”.
Los críticos de la ley, que desató protestas en Estados Unidos y críticas de México y países centroamericanos, afirman que dará pie a la discriminación racial ya que las autoridades pueden detener a cualquiera que pueda parecer un inmigrante indocumentado, aunque no sea sospechoso de ninguna actividad ilegal.
El gobierno de Barack Obama tiene “hondas preocupaciones desde un punto de vista de la aplicación de la ley”, ya que teme que se desvíen los recursos migratorios que actualmente se enfocan en deportar del país a aquellos indocumentados que hayan cometido crímenes graves, dijo Napolitano.
ESPERAN ESTUDIO DEL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA
Pero la secretaria de Seguridad Interior descartó señalar si estimaba que la ley era inconstitucional, y prefirió esperar al resultado del estudio del Departamento de Justicia.
Pero sí afirmó que este tipo de leyes “coloca una barrera excesiva” entre las autoridades y las víctimas de crímenes que no tengan documentos, que no denunciarán los hechos para evitar ser deportados.
Napolitano reafirmó la “alta prioridad” que significa para el gobierno de Barack Obama la reforma migratoria integral, que saque de las sombras a los 11 millones de ilegales que viven en Estados Unidos, gran parte de ellos hispanos.
El presidente Obama tachó la ley de Arizona de “irresponsable” y afirmó que el “pueblo estadounidense merece una reforma integral y judiciosa”.
La reforma ha vuelto a los titulares de prensa luego de la promulgación de la Ley de Arizona y por la negativa de un legislador republicano clave, Lindsey Graham, a seguir apoyando una ley climática en el Congreso al acusar a los demócratas que querer priorizar un proyecto migratorio.
Durante la audienca, Graham sostuvo un acalorado debate con Napolitano, durante el que afirmó que “no hay esperanzas de que se apruebe (la reforma migratoria) en el clima actual” de aumento de la violencia fronteriza por la lucha contra los carteles de la droga.
Precisamente Graham era el legislador republicano que negociaba con un colega demócrata un texto de reforma migratoria en el Senado.
Napolitano respondió afirmando que “el Congreso debe estudiar la reforma migratoria” y se preguntó si alguna vez los estándares “de seguridad en la frontera serán alcanzados o seguirán ampliándose”.
“Los números (de incautación de drogas, armas y dinero) en la frontera nunca han estado mejor. Necesitamos seguir apoyando esos esfuerzos pero al mismo tiempo la reforma migratoria integral debe recibir nuestra atención”, dijo Napolitano en la audiencia.
Desde marzo de 2009, cuando se lanzó una nueva iniciativa fronteriza en Estados Unidos, se ha incrementado 14% la captura de dinero (85,7 millones de dólares), 29% de armas ilegales (1.425) y seis veces las incautaciones de droga (26 toneladas) en las aguas del Pacífico, dijo Napolitano.
El republicano de mayor rango en la Comisión de Justicia, Jeff Sessions, afirmó que hasta que los estadounidenses sientan “que tienen una frontera segura” no se puede avanzar en la reforma migratoria.