Por Arlen Cerda, Sergio León C. y Elizabeth Romero
MANAGUA Y BLUEFIELDS
Aunque la Cancillería de la República aún no se pronuncia sobre el comunicado y la nota de protesta divulgada el lunes por la Cancillería de Bogotá, el Ejército de Nicaragua sostuvo ayer que las cuatro embarcaciones pesqueras capturadas el 23 de abril —incluido el barco de bandera colombiana Laura Any— entraron ilegalmente al Mar Caribe de Nicaragua.
El Coronel Juan Ramón Morales, vocero del Ejército, también rechazó que los colombianos capturados en esas embarcaciones sean maltratados como ellos han dicho a familiares que han divulgado la queja en su país.
Por su parte el experto en derecho internacional, Mauricio Herdocia, reforzó que las coordenadas de la captura indican que las embarcaciones estaban en la zona de 200 millas náuticas de Nicaragua.
CARGADAS DE PESCA
El viernes la Fuerza Naval capturó a cuatro embarcaciones (dos barcos industriales y dos lanchas) pescando en aguas nicaragüenses. Los barcos eran el Laura Any, de bandera colombiana con 21 colombianos y un ecuatoriano con residencia colombiana a bordo, y el Katherine Anne, de bandera de Gran Caimán, con cinco hondureños como tripulación. Las dos lanchas llevaban a dos y tres colombianos, respectivamente.
La Fuerza Naval reveló a LA PRENSA que al momento de la captura el Laura Any llevaba tres mil libras de caracoles, mil libras de langosta y quinientas libras de pescado. Mientras, el Katherine Anne llevaba 300 libras de pescado, 300 galones de agua y 400 galones de diesel.
EJÉRCITO NIEGA MALTRATO
El vocero del Ejército negó las denuncias publicadas en medios de comunicación colombianos, sobre el supuesto maltrato del que habrían sido víctimas los pescadores de ese país, capturados por la Fuerza Naval por pescar en aguas nacionales.
Alejandro Serrano, dueño del Laura Any, afirmó a RCN Radio, de Bogotá, que los tripulantes fueron retenidos en aguas colombianas. “Se metieron (el Ejército) a aguas nacionales (de Colombia) como si fueran guerrilleros, atracadores, empezaron a desconectar todo, a punta de fusil, me hicieron prender la máquina del hermano mío, alzar el ancla y nos sacaron de aguas nacionales”, reclamó Serrano.
El dueño de la embarcación agregó que la última vez que habló con su hermano, éste le contó que “los tienen metidos allá como si fueran unos animales y les han dado mala comida. De pronto han sido golpeados pero a lo mejor no me quieren decir para cuidarse en salud”.
Morales respondió que lo dicho por Serrano es “absolutamente falso”, pues dijo que el Ejército “es extremadamente respetuoso de los derechos humanos y esto es parte de una política a todos los niveles”.
El coronel detalló que las embarcaciones fueron llevadas al puerto de Bluefields, Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), donde los pescadores recibieron chequeos médicos.
Serrano agregó a RCN Radio que “tiene la certeza que los pescadores fueron retenidos en aguas nacionales por la señal que envía el GPS (Sistema de Posicionamiento Global, por sus siglas en inglés)”.
Pero Morales reiteró que las embarcaciones fueron capturados en aguas nicaragüenses, “no en aguas internacionales”.
AGUAS SON NICARAGÜENSES
Herdocia agregó que la zona de la captura corresponde a la zona económica exclusiva de Nicaragua, que fue delimitada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en diciembre del 2007, cuando fijó la frontera marítima entre Nicaragua y Honduras por encima del Paralelo 15. La captura del barco colombiano Lara Any ocurrió en las coordenadas 15º56’00” al Norte y 80º04’00” al Oeste.
“Son aguas que legalmente le pertenecen a Nicaragua en virtud de la delimitación practicada por el más alto tribunal de justicia del mundo. Colombia no tiene aguas arriba del Paralelo 15 y en el caso de Honduras, la CIJ delimitó la porción que le correspondía, dejando a Nicaragua la zona donde se produjo la captura”, sostuvo Herdocia.
Al cierre de esta edición, la Cancillería de Nicaragua no respondía de manera oficial, ni a las consultas de LA PRENSA, sobre la nota de protesta que fuentes de la Cancillería de Bogotá confirmaron a este Diario que fue entregada el lunes al encargado de negocios de Nicaragua en ese país, Julio José Calero, de parte de la Vicecanciller Clemencia Forero.
COLOMBIANOS NO PAGAN
El delegado de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), en la RAAS, Benjamín Moreno, informó que los 27 colombianos “todavía no han pagado” la multa de 900 córdobas para cada uno de los marineros por haber entrado de manera ilegal a aguas nicaragüenses.
Moreno dijo que hacen “todo lo humanamente posible para facilitarle trámites (a los colombianos)”. Dijo que les han facilitado comunicación con el dueño de la embarcación para que consigan el pago de las multas y que una vez que cancelen podrán ser deportados.
Anoche, en Bogotá, familiares de los capturados denunciaban una supuesta extorsión.
Mientras, Moreno dijo que los cinco hondureños capturados ya pagaron su multa y serán deportados hoy, aunque la embarcación en que pescaban seguirá retenida porque ésa es otra multa que aún no cancelan.
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