Los días de El Niño parecen estar contados. En junio las condiciones de su presencia podrían ser neutras, confirmó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter). Esto significa que habrá desaparecido.
El Niño se le dice al calentamiento de la superficie del agua en la zona sur del océano Pacífico. Con temperaturas superiores a los 0.5 grados centígrados sobre lo normal, el mar produce cambios en la atmósfera, que dan como resultados inundaciones en algunas partes del mundo y sequías en otras, como Nicaragua.
- La Niña es el fenómeno opuesto a El Niño. Se trata de un enfriamiento en la superficie del océano Pacífico Sur, que eleva las temperaturas en el océano Atlántico, y con ello produce huracanes, que se alimentan de aguas cálidas.
La Niña suele traer inundaciones, pero también huracanes. Este año podría haber 15 tormentas nombradas, de las que ocho se convertirían en huracanes; cuatro de ellos serían intensos.
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La sequía que afectó a Nicaragua desde el año pasado fue una de las peores que se han registrado en la historia. El país tuvo que ser asistido por organismos como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para enfrentar la hambruna en distintas zonas rurales.
Las esperanzas son de que la temperatura del mar vuelva a lo normal en el próximo mes de junio.
Las lluvias esperadas, y las que ya se presentaron, animaron a grupos como la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), al punto que esperan producir un 20 por ciento más que en un año normal, aunque esas previsiones sólo se limitaban a considerar las variables de las lluvias.
En su último comunicado sobre El Niño, el Ineter informó que “las observaciones y diagnósticos de los centros internacionales indican un debilitamiento gradual de las condiciones del fenómeno El Niño en las aguas del océano Pacífico tropical para dar paso a condiciones neutras en los meses junio a julio de 2010”.
Martha Castillo, meteoróloga del Ineter, confirmó que “hay cambios significativos en las condiciones atmosféricas… hay una transición y probablemente el sistema sea neutral para junio de 2010, y se espera que se siga extendiendo (la ausencia de El Niño) en lo que resta del año”.
Esta información la refuerza el Centro de Predicciones Climáticas de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) de Estados Unidos, que especificó que El Niño empezó a debilitarse desde el mes de abril.
Según el Ineter, El Niño alcanzó su “máximo” entre diciembre y enero.
Aun así, este fenómeno tendrá sus efectos en la próxima temporada lluviosa, ya que provocará un retraso de nueve días en su inicio.
Además, se espera que en los primeros tres meses las precipitaciones estarán entre lo normal y ligeramente bajo lo normal, aunque eso dependerá en gran parte del retraso del inicio de la época húmeda.
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