Ni siquiera la laguna de Tiscapa, área protegida del país, se escapa a la subejecución presupuestaria de parte de la Administración orteguista de la Alcaldía de Managua.
De acuerdo con el Plan de Inversión Anual del 2010 (PIA), la comuna debió concluir en abril la ejecución de obras de infraestructura civil para evitar que la basura y el sedimento se sigan apoderando de la laguna. Sin embargo, las obras apenas se están licitando y las empresas interesadas deberán entregar sus ofertas presupuestarias hasta el próximo 27 de mayo.
Como resultado, la basura sigue llegando de manera descontrolada a Tiscapa y desde hace 15 días los trabajadores municipales tratan de limpiar parte de los desechos que llegaron con las lluvias, desde inicios de mayo.
“Todavía nos faltan un par de días para sacar toda la basura (que llegó desde el 2 de mayo)”, comentó uno de los cinco trabajadores que ayer se encargaban de “pescar” desechos, verterlos en canastos y luego al camión para posteriormente llevar la basura al basurero municipal.
En la construcción de obras civiles, la comuna debe invertir 1.6 millones de córdobas.
De manera adicional, Tiscapa cuenta con 1.3 millones de córdobas, que deben invertirse en un tratamiento con microorganismos para supuestamente descontaminar sus aguas. No obstante, el procedimiento ha sido fuertemente criticado porque los desechos de los cauces capitalinos le siguen llegando sin ningún remedio.
OBRAS EN LA MICROPRESA
A la falta de la ejecución de obras civiles se suma la poca atención a la micropresa Los Gauchos, la cual retiene parte de la basura que llega a la laguna.
La micropresa, en donde desembocan dos cauces que bajan de las zonas altas de la ciudad, no fue atendida en el 2009 y su limpieza previo a este invierno empezó hasta ayer lunes. Como consecuencia, la basura arrastrada en el drenaje no fue retenida a principios de mes y a Tiscapa llegaron sin ningún impedimento.
Incluso, el puente peatonal ubicado dentro del área de la laguna hasta se quebró debido a la gran cantidad de basura que entró a Tiscapa.
Además de la laguna, las obras menores en los distritos de la capital así como las obras de mayor presupuesto experimentan una subejecución que las autoridades municipales aún no explican.
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