Las reiteradas crisis política e institucional que vive Nicaragua tiene un responsable directo a criterio del reverendo Augusto César Marenco, quien asegura que el país vive una de sus peores crisis en sus diferentes poderes del Estado, “por las ambiciones de poder” de quienes dirigen las instituciones públicas y de la clase política en general.
“Nuestra nación está sometida hace rato y la responsable de esta situación es la clase política que por sus ambiciones de poder mantienen al país en una incertidumbre constante, no importándoles el bien común de la población que está sumida en la desesperanza”, denunció el líder evangélico que preside el Ministerio Apostolar Centro Cristiano.
A finales de abril la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se reunió de emergencia para exhortar a los líderes políticos a buscar solución a la crisis política que se viene generando por diferentes temas, como la falta de acuerdos para la elección de 25 funcionarios públicos.
“Las voces demandando respeto a la Constitución Política y la democracia tanto de la sociedad civil, como del cuerpo diplomático, no son respetadas por el Gobierno ni la clase política. Eso nos indica que a nuestros políticos, sobre todo al Gobierno, no les importa que nuestro país viva en un constante conflicto”, analizó Marenco.
Hace un mes los obispos del país sugirieron un diálogo amplio y transparente, sin pacto de cúpulas, para encontrar una salida a la crisis. Las organizaciones cívicas y la empresa privada se sumaron al llamado, la oposición aplaudió a los obispos, pero nadie —menos del Gobierno— ha hecho algún intento por realizar el diálogo sugerido.
El religioso ha ordenado a sus más de 25 mil miembros que realicen ayunos y oración por 40 días, con el objetivo principal de encomendar a Dios la difícil situación de la nación.
“Cuando uno ve que nuestra clase política mantiene aferradas luchas de poder, sin importarles que miles de familias no tienen que comer, mucho menos empleo y ves el vandalismo en las calles la única solución es la de acudir ante Dios para encomendarle en sus manos el país”, afirmó el reverendo.
VIOLENCIA ES VERGONZOSA
Marenco exhortó a la población a confiar en Dios, a través del ayuno y la oración, pues recordó que “con eso detenemos cualquier fuerza del mal, a como lo hizo Jesús en sus pruebas”.
Señaló que la desesperanza se “evidencia en el rostro cansado de nuestra gente, eso indica que nuestra sociedad se siente diezmada por tanto maltrato de nuestra clase política que día a día, semana a semana está ocupando a nuestros jóvenes para lograr sus intereses”, aseguró.
Marenco lamentó como el Gobierno, como en el pasado, está volviendo a “confrontarnos entre nosotros mismos, eso es una vergüenza; es falta de valores éticos y morales”.
“Estos políticos han degradado nuestra nación al punto que entre nosotros mismos nos confrontamos en las calles. Eso da tristeza. Qué bueno fuera que los políticos tuvieran en sus planes proyectos sociales para educar y formar a la juventud. Pero qué lamentable que hoy vemos a la juventud agredirse porque sus mentes están manipuladas. Sólo el poder de Dios puede frenar las ambiciones de poder de quienes un día juraron ser leales a la patria en sus funciones”, aseguró el pastor evangélico.
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