Se estaba gestando en secreto, pero ya es oficial. La Niña nació a inicios de junio.
Esto explica en parte los aguaceros de esta semana en distintos puntos del país, y el hecho de que el doctor William Gray, el llamado “gurú de los huracanes”, haya cambiado sus pronósticos el 2 de junio, un día después de iniciada la temporada ciclónica.
La Niña es un fenómeno atmosférico que en Nicaragua provoca los efectos contrarios de El Niño. Mientras el segundo provoca sequías, la primera causa lluvias intensas e inundaciones.
Martha Castillo, meteoróloga del Ineter, confirmó que los modelos climatológicos internacionales ya confirmaron la presencia del fenómeno La Niña en su etapa inicial.
Debido a que hace un mes El Niño todavía estaba presente, aunque en sus últimos días los pronósticos iniciales consideraban una etapa neutral entre La Niña y El Niño.
Sin embargo, en junio se detectó la presencia de La Niña, algo que no es extraño para los expertos en el clima y las condiciones del tiempo, ya que este fenómeno a veces se instala después de la presencia de El Niño, razón por la que lleva el nombre del género opuesto.
Las últimas estimaciones de Gray para la cuenca del Océano Atlántico, que son de referencia mundial, hablan de una temporada ciclónica “muy activa”.
Esto se debe a que proyecta un estimado de 18 tormentas tropicales entre junio y noviembre, de las cuales diez podrían convertirse en huracanes, y cinco de ellos alcanzarían la nominación de “intensos”, es decir, entre las escalas tres y cinco Saffir-Simpson.
Estos datos son superiores a los promedios históricos para la cuenca del Atlántico, ya que la media anual es de 9.6 tormentas nombradas, 5.9 huracanes y 2.3 intensos.
- Existe una lista de 21 nombres predeterminados para las tormentas y huracanes cada año. Los nombres están en orden alfabético y mezclan los idiomas español, inglés y francés.
Alex
Bonnie
Colin
Danielle
Earl
Fiona
Gaston
Hermine
Igor
Julia
Karl
Lisa
Matthew
Nicole
Otto
Paula
Richard
Shary
Tomas
Virginie
Walter
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De ser así, la temporada ciclónica de este año podría tener el doble de tormentas con respecto a lo normal, casi el doble de huracanes y dos veces más ciclones intensos que un año promedio.
SEGUNDO CAMBIO
Castillo recordó que éstas sólo son probabilidades, ya que la atmósfera puede cambiar los datos finales, sin embargo, dijo que la presencia de La Niña es un indicio de que podría haber más lluvia de lo normal este año.
Las previsiones anuales sobre la temporada húmeda del año de los servicios meteorológicos de cada país, en el caso de Nicaragua el Ineter, no suelen incluir las precipitaciones provocadas por los huracanes, ya que se trata de eventos extremos que pueden o no presentarse en el territorio nacional.
Aún así, hace un mes se creía que el número de tormentas tropicales en el Atlántico sería de 15 en total, con ocho huracanes incluidos, de los cuales cuatro serían intensos.
También eran datos que el profesor Gray había anunciado el 7 de abril de este año. Sin embargo, los científicos del clima no contaban con la presencia de La Niña.
El cambio realizado por el experto en huracanes fue el segundo para la temporada 2010, ya que los cálculos originales los había anunciado el 9 de diciembre de 2009, con datos bastante amplios, pero manteniendo la advertencia de que éste será un año de ciclones activo.
Es probable que la esperanza de una temporada ciclónica normal o por debajo de la normal para 2010 nunca haya sido real, ya que el año pasado, con la presencia de El Niño, se produjeron siete tormentas en el Atlántico, de las cuales tres alcanzaron la categoría de huracán y dos de éstos fueron intensos.
EXPERIENCIA EN NICARAGUA
Nicaragua tiene una larga experiencia de afectaciones a causa del fenómeno La Niña, desde que se lleva registro, a partir de 1950. Justo en octubre de ese año Nicaragua sufrió los efectos del huracán King, aunque de forma indirecta.
La Niña se volvió a presentar en 1955 sin efectos para el país, pero a su regreso, en 1964, fue afectada por la depresión tropical número 12 y la tormenta tropical Isabel.
Eso no fue nada en comparación con su aparición entre 1970 y 1971.
En el último año el país fue afectado por una depresión tropical, más el impacto de los huracanes Irene y Edith, el primero fue intenso. Ni antes ni después Nicaragua fue impactada por dos huracanes en un mismo año, según el archivo histórico de Weather Ground, un servicio especializados en temas climatológicos.
La Niña de 1973 también fue benigna para Nicaragua en términos de fenómenos intensos, pero la del período de 1974 y 1975 trajo uno de los huracanes más famosos que se recuerdan, como fue el Fifi, clasificado como intenso, y una destrucción de cientos de casas a su paso.
Al Fifi lo superó el huracán Joan, como producto de La Niña de 1988, que dejó 121 personas muertas, 4,000 casas destruidas, más de 200,000 damnificados y 1,658 millones de dólares en pérdidas.
Siete años después volvió a aparecer La Niña. En 1995 el huracán Roxanne pasó cerca, pero no causó daños al país.
La Niña regresaría con furia en 1998, con el huracán Mitch, que sin tocar tierra nicaragüense, causó al menos 2,000 muertes, casi medio millón de damnificados y daños materiales por 2,000 millones de dólares.
En el 2003 no ocurrió nada, pero en el 2007 La Niña hizo que el huracán Félix impactara en territorio nacional, provocando 112 muertes y un daño ambiental en el noreste de Nicaragua que no volverá a la normalidad en 30 años.
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